Diario del 6 y 7 de diciembre de 2013, día de la Constitución
El sueño constitucional
Están soltando a todos los asesinos de ETA, mezclados con presos comunes de la peor ralea para mejorar el conjunto.
Hoy ya han anunciado, PP y PSOE, diálogos para reformar la Constitución. Comienza a cerrarse el broche del golpe de Estado blanco (y rojo sangre) del 11 M.
Voy a una manifestación, quizás la última, pero en todo caso final de una época, de víctimas del terrorismo. Por primera vez se anuncia de forma oficiosa el fin de la Constitución de libertad e igualdad para dar paso al acuerdo de tribus, la regresión, derrota y el intenso regusto canalla.
Madrid, 7-XII-2013
«¡Villanos, felones, malandrines!»
Valió la pena ir. Broche de época, pero rampa de indignación, de ruptura con clientelismo y cobardía. Voluntad de ir hacia delante por una decencia elemental que podría superar, al fin, el chantaje de la falsa dualidad.
Parafraseando:
Primero vinieron para expulsar a los que se manifestaban con banderas por la igualdad de derechos ciudadanos en toda España, porque eran de los otros, de Derechas.
Después llegaron para condenar a los que denunciaban que no se pudiera estudiar en castellano ni aprender materias fundamentales; porque eran conservadores retrógrados, es decir, de los otros, Derechas.
Ayer llegaron para eliminar de la vida pública y de los medios de comunicación a los que reprochan la excarcelación masiva y fulminante de etarras y –valga la redundancia- asesinos y violadores. Es porque aquéllos eran gente de los otros, de Derechas, que lleva banderas de mal gusto y se concentra incómoda y ruidosamente.
Hoy han venido a quitarme mis derechos, que ya no son iguales en todo el país porque éste no existe, a consagrar la Enseñanza sin saber, mérito ni lengua española, a robarme para mantener a sus tribus, a silenciarme, denunciarme y multarme si protesto.
Siempre vinieron a por mí.
Siempre nos quedará La Mancha
A por mí, que no estuve denunciándolos en ninguna parte, porque los que protestaban eran los Otros, llevaban banderas y hacían manifestaciones de mal gusto.