Breve Crónica de la Gran Nieve
8 de enero de 2021
La otra acera se ha vuelto inalcanzable. Alguien se está empolvando furiosamente en las alturas. Una diosa particularmente mala sacude su vestido de lunares y éstos caen, incesantes, sobre losas y bordillos no acostumbrados a ello.
Impera, en segundo plano, tras la aparente inocencia de la ausencia de colores, la negra perspectiva de la condena a prisión por plazo indefinido.
Un señor con su perro, pequeño y muy bien abrigado, me ofrece su ayuda para atravesar la carretera tan carente de apoyo como un brazo del ancho mar. Acepto de inmediato.
El puerto del portal abre sus puertas.
Comienza la clausura forzosa.
9 de enero de 2021.
No amanece. Todavía no amanece. En cuanto baje el embozo el enemigo se me echará encima. La cama cálida es casa, iglesia, cueva, brazos amantes, hoguera ancestral con danza de chicos de la tribu.
Ofrecen seguridad y refugio Humphrey, mi edredón, y la espesa y protectora colcha-buti que me permite dormir cada día con el príncipe gracias a su bordado de castillo, caballero, dragón, doncella y toda la nómina, sin madrastra mala ni importunos enanitos.