https://www.elrincondecasandra.es/china-1973-74-fotos/CHINA: VISIÓN Y MEMORIA DE 1973-74
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De M. ROSÚA
Un ciclista mira los tadzupaos (escritos en grandes caracteres) pegados en un muro en Pekín.
Pocas cosas son tan engañosas como la aparente libertad, la multitudinaria, siempre apoyada en colectivos, pueblo, gente, en grandes y visibles adhesiones y reuniones públicas y carteles que pegas por doquier, mientras que en las librerías sólo encuentras las obras del Líder, del Tetramorfos del Comunismo (Marx, Engels, Lenin, Stalin -fue hermoso mientras duró-, reemplazado luego por Enver Hoxha -mientras duró fue hermoso) y poco más.
Los tadzupaos llamaban al pueblo (siempre colectivos) a la rebelión con la frase de Mao “Hay que ir a contracorriente”, a la cual un extranjero apostilló: “Cuando todos vayan contra corriente yo iré contracorriente”.
Shanghai 1974, durante el breve viaje al sur y una de las pocas fotografías de él que se salvaron del expolio por los dirigentes en el aeropuerto.
Pekín: Llegada. Recepción. Visitas.
El “Hotel de la Amistad”, en Pekín. El enorme edificio de estilo soviético albergaba a los cooperantes extranjeros y fue residencia de la autora. Las principales ciudades del país tenían estos alojamientos, todos semejantes en nombre y en estilo, con el típico gigantismo socialista y tocados de tejados de diseño local para darles un aire chino. Estaba, y se supone que está, en las afueras de la capital.
La utilización de la palabra “Amistad” para este tipo de edificios era preceptiva, e inversamente proporcional a la relación personal, cálida y sincera que tal palabra implica. En esta clase de regímenes el mundo se divide siempre en amigos y enemigos, según la consigna imperante. Los individuos del país, bañados por una propaganda indistinguible de lo que sus sentidos podrían llegar a percibir o experimentar, hacen suya la terminología, que modela la realidad y las ideas y pueden cambiar radicalmente de opinión de un día a otro según la consigna.
Museo de Historia. Pekín. Bandera de la revolución campesina, con un arado.
El Museo lo era de una Historia recortada, purgada y seleccionada según los criterios del Partido Comunista. La Historia se modelaba según las consignas del momento. La realidad, los hechos concretos, no existían como tales. Como en el plano físico, el Partido seleccionaba también en el temporal e intelectual lo que correspondía a la imagen mental fijada como ortodoxa, pero en sí muy insegura, pues dependía de la voluntad cambiante del Líder.
Fiesta Nacional. Pekín, Palacio de Verano. La neblina ha ido levantando durante el día y permite apreciar con mayor claridad la hermosa simetría del puente del Palacio de Verano, punteado por los globos y banderas rojos (todo siempre en rojo y sólo rojo) de la Fiesta Nacional.
Típica iconografía del Partido Comunista Chino: Obrero (estrechando los libros de Mao), Campesina y Soldado dispuestos a aplastar ideológica y físicamente a los “enemigos” del régimen socialista.
La gente acude a la Fiesta Nacional. Obsérvense vestimenta y expresiones.
Más banderas rojas, que, junto a los farolillos igualmente rojos, es la decoración monocroma de la Fiesta Nacional. El león es una estatua antigua, con símbolos del poder y fuerza del país, por lo que se salvó de la destrucción artística de la Revolución Cultural. Funcionarios y visitantes -chaquetas azul y gris- deambulan por el recinto ferial.
Espectáculos de danzas infantiles durante la Fiesta Nacional. Todos los niños llevan el pañuelito rojo de pioneros del Partido y cantan sus alabanzas.
Representantes oficiales de las minorías nacionales con el enorme cartel de propaganda al fondo y paneles con diversas fotos y textos sobre los éxitos del régimen. En primer plano se encuentra el del Tíbet, país invadido por China en 1950 y ocupado hasta la fecha. Hay también uigures, hui, etc. Todos sonríen.
Los empinados escalones de la Gran Muralla.
La Gran Muralla parecía lindar con la nada.
La Gran Muralla, los otros muy pequeños.
El largo camino hasta la torre de vigilancia. A veces en la Gran Muralla había incluso soledad.
En el camino a las tumbas Ming. Acompañantes.
Escalinata real.
Pekín. Entrenamiento en un parque.
Pekín. La grande y solitaria avenida.
Pekín. Puerta antigua o imitación de las antiguas, destruidas durante la Revolución Cultural.
Pekín. Arco y puerta antiguos.
Pekín. Moto de limpieza.
Pekín. Un cooperante francés.
Pekín. La cooperante española.
Pekín
Pekín
Pekín. Día de fiesta. Fotos en la plaza principal.
Pekín
Pekín.
Pekín
Pekín. Gigantescos palacios del pueblo (=edificios oficiales). Entremedias bien poco.
Pekín.
Pekín.
Pekín. Museos, etc.
Pekín. La entrada al parque.
Pekín. La avenida, como siempre semivacía y con carteles gigantes.
Pekín; obviamente.
Pekín centrísimo.
Pekín. Carteles de las óperas-ballet revolucionarios (siempre los mismos), en alabanza de Mao y del Partido Comunista Chino. Esa media docena de espectáculos eran los únicos.
Pekín. En un centro de enseñanza. Carteles con consignas
Pekín. Consigna gigante
Pekín. Jóvenes mirando tadzupaos (escritos en grandes caracteres).
Pekín. Habitación de la cooperante española.
Pekín. Desde el balcón de la cooperante española en el Hotel de la Amistad.
Pekín. Habitación de la cooperante.
Pekín. Mercado.
Pekín. Pared con tadzupaos y observadores.
Pekín. Tadzupaos y gente.
Pekín. Leyendo tadzupaos.
Pekín. Guardia urbano, Lenin y Stalin.
Pekín. Abuela con pies vendados.
Pekín. Tadzupao.
Pekín. Leyendo los tadzupaos.
Pekín, lector y tadzupao.
Pekín. La gran plaza.
Pekín. Una guía.
Pekín. Garita de seguridad.
Pekín. Profesores durante la sesión de trabajo manual.
Profesores en trabajo manual
Pekín. Calle.
Pekín. Señora con pies vendados
SIAN
Sian. M. Rosúa, profesora de español, frente al Hotel de la Amistad, donde se alojó toda su estancia. Había tres huéspedes, extranjeros: Un matrimonio mayor, de Sri Lanka, profesores de inglés, y ella.
Sian. La profesora de español en una fábrica, con el profesor de español y traductor Chü-ye, un dirigente local del Partido y otros acompañantes.
Sian. Trabajo manual en el instituto con la cosecha de algodón.
Obras y alumnos en trabajo manual.
Sian. Rosúa, profesora española.
Sian. Alumnos y profesores de español, y la profesora española, en el Instituto de Lenguas Extranjeras de Sian.
Sian. Alumnos en trabajo manual.
Sian. Trabajo manual en el instituto.
Sian. Niñas amigas de la profesora de español.
Sian. El niño del profesor Chü-Ye y los cerditos.
Sian. Consignas en el Instituto.
Sian. Niños.
Sian. Director y profesores.
Sian. Señora de una comuna cercana.
Sian. Señora de la comuna.
Sian. En la comuna.
Sian. En la comuna.
Sian. La pagoda de la Oca. De hecho, en Xian había dos pagodas: la de la Pequeña y la de la Gran Oca. La autora no puede decir con certidumbre qué Oca era la que visitó.
Sian La pagoda. Era un hermoso edificio antiguo, de los pocos que se habían salvado de la Revolución Cultural. El número de pisos representa las etapas a la perfección espiritual. Se conservaba y enseñaba para mostrar que el Partido Comunista respetaba las religiones, en este caso el budismo.
Sian. El airoso tejado de la pagoda.
Sian. El remate de los tejados es con frecuencia una campanita.
Sian. En la pagoda. La profesora española. Era un lugar hermoso y de paz.
Sian. El monje de la pagoda.
Sian. El monje en la pagoda. Era afable, tranquilo, distante, educado, resignado ante los manifiestos ignorancia y desprecio hacia la religión de los miembros del Partido que dirigían la visita de la profesora española
Sian. En el camino a las tumbas reales, la mayor parte aún no excavadas pero claramente bajo las colinas artificiales. Allí estaba la del emperador y los famosos guerreros, pero se mantenía en secreto.
Sian. El camino real y las estatuas guardianas.
Sian. León guardián de las tumbas reales.
Sian. Antigua estatua de guerrero en el camino real.
Sian. Caballo alado en el camino real.
Sian. Los guardianes reales.
Sian. Los caballos del sendero real.
Sian. Con las estatuas decapitadas.
Sian. En el Museo Arqueológico. Decoración mural.
Sian. En el Museo Arqueológico.
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Sian. En la visita a la zona de enterramientos reales. La profesora española con el intérprete de José Castedo y el simpático guía del lugar.
Sian. En la visita a la zona de enterramientos reales. Antiguas esculturas de caballos, elefantes, etc. La profesora española.
Sian. Estatua de guerrero guardián.
Sian. El fiero y muy antiguo guardián del camino a las tumbas.
Sian. Estela y guía.
Sian. Caballo de piedra del camino a las tumbas reales.
Sian. Una de las estatuas del camino real.
Sian. Una de las estatuas del cortejo hacia las tumbas reales.
Sian. Estatua del camino real maltratada por el tiempo.
Sian. Estatuas del camino real decapitadas (¿Revolución Cultural?)
Sian. Pilar del camino real.
Sian. Estatua de camello bactriano. Avenida a las tumbas reales.
Sian. Intérpretes y José Castedo, que vivía en Pekín e hizo una visita a Sian. Castedo era el único español que se había quedado en China durante la Revolución Cultural y se proclamaba absolutamente maoísta comunista y del sector de Álvarez del Vayo. Decía, con cierto furor, ¡Yo estoy con los chinos siempre!. Parece que esa fidelidad incondicional, de ideología pasional, y su trabajo de años, no fueron luego reconocidas como correspondía por las autoridades chinas.
Sian. José Castedo.
Sian. El intérprete de José Castedo y la profesora de español.
Sian. Chü-Ye, profesor de español.
Sian. Zona antigua y museo. Intérpretes, acompañantes y la profesora española.
Sian. En la habitación de Rosúa, la profesora española, con el acompañante de Castedo, que era un dirigente del Partido Comunista Chino.
Sian. Visita a una fábrica, con un dirigente, el profesor Chü-Ye y la profesora española.
Sian. En el Hotel de la Amistad (todos lo eran), un profesor de francés de paso, su intérprete y la profesora española.
Sian. La pagoda de la Gran Oca.
Pequeña pagoda
Sian, de oca en oca. La pagoda de la Pequeña Oca (tal vez, y la otra es la Gran Oca).
Sian. En el Instituto. Un grupo folclórico, directivos y profesores chinos y profesores extranjeros. En el centro un matrimonio de Sri Lanka, profesores de inglés, y la profesora de español a su lado.
Viaje por el sur
Kweilin.
En el viaje por el sur
Obreras del astillero de Shanghai.
En el sur de China. Bicitaxi habitual. Los automóviles eran en los setenta escasísimos y reservados para altos cargos y usos oficiales.
Los grandes ríos del sur en plena época de lluvias, con su transporte en barcazas.
Kweilin. Por el río en una lancha. El poco fondo obligaba a que se ayudaran de palos para impulsarla.
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La niña y las plantas del sur.
En Cantón. Ciclista.
PEKÍN
Pekín. Trabajo manual en el Instituto; donde el ambiente era muy diferente de Sian, sin cordialidad alguna. El centro tenía fama de haber sido una plaza fuerte de la Revolución Cultural y rezumaba comisariado maoísta.
Pekín. Trabajo manual en el instituto.
Pekín. Trabajo manual en el instituto.
Pekín. Trabajo manual en el instituto.
Pekín. Trabajo manual en el instituto.
Pekín. En el mercado.
Pekín. Una de las óperas revolucionarias, único espectáculo teatral que había.
Pekín. Entrada al Instituto de Lenguas Extranjeras.
Pekín. En el instituto. Trabajo manual. Alumnos.
Camino a las tumbas. Estatua de elefante sumiso
Camino a las tumbas. Caballo en espera de jinete.
Camino a las tumbas. Perro fiel y feroz, según con quién.
Pekín. Películas revolucionarias (las únicas).
Shanghai 1974
Segundo viaje al sur, antes de hacerme salir del país y quedarse con buena parte de mis fotografías.