Charla con Mercedes Rosúa-Foro de Educación nº 11 (Ejemplar dedicado a Razón y Libertad) p.p. 227-240. Ed. J. L. Hernández Huerta. Salamanca. 2009
ISSN: 1698-7799, ISSN-e1698-7802
Cuestiones generales sobre educación
Foro de Educación (FE): Antes de comenzar, agradecerle su participación en Foro de Educación. Comencemos. A su parecer, ¿cuáles son los principales problemas del sistema nacional de enseñanza –en los grados de primaria y media-?, ¿por qué cree que son causados?, ¿qué soluciones posibles propondría?
Mercedes Rosúa:
Gracias a ustedes, y a los lectores de Foro, por juzgar de interés mis apreciaciones. Los problemas siguen siendo los mismos que en los años ochenta, cuando comenzó a implantarse la LOGSE, en principio experimental (aunque en la realidad resultaba obligatoria) y luego con rango de Ley a partir de 1990. Pero se han ahondado, generalizado, extendido y dado sus lógicos frutos, que afectan ya a más de una generación. Se ha afianzado una red de intereses casi indestructible, de la que vive una clientela sociopolítica tan extensa como rapaz y mediocre. El mayor problema reside ahí: La Transición y el miedo al chantaje de ser acusado de reaccionarismo postfranquista han entregado Educación, Cultura, Comunicación, Administración y buena parte de la Economía a una clase parásita sin otros méritos que la fidelidad tribal y el dominio de clientelismo, agitación y propaganda. Los contenidos de programas de estudio, metodologías, perfiles profesionales y control de resultados se diseñan en función de a quienes deben servir de plataforma, vivero de votos y modus vivendi; no por utilidad, valor y racionalidad.
Los conceptos de la importancia de la adquisición de conocimientos, de la jerarquía, universalidad y envergadura de éstos se han eliminado de forma perfectamente programada. También se ha procurado, y en buena parte logrado, hacer desaparecer cuanto concierne al individuo como sujeto: La reflexión y esfuerzo intelectual, el empeño, el mérito, las diferencias de capacidades y de trabajo realizado y la conciencia del precio y del valor de los bienes culturales. Irresponsabilidad e infantilismo, canon de la facilidad y mentalidad gregaria que disuelve la responsabilidad personal en grupos, tribus, nacionalidades y clases sociales constituyen el filtro para tamizar la materia educativa que se proporciona al alumnado.
El igualitarismo que, como consigna, preside desde la ley de 1990 hasta su virulenta continuación actual, ha tenido efectos letales al imponer la mediocridad preceptiva. Pero la fachada verbal (con todos sus tópicos sociales, socialistas y sus veleidades de maoísmo) no pasa de ser un simple telón que cubre una realidad mucho más sórdida y simple: Las normas, programas, disposiciones y plantillas por las que se rige desde hace más de veinte años la Educación se crearon en función de la clase de personas a la que se quería colocar en ella, de las clientelas sociales y sindicales a las que había que fidelizar y favorecer y de los votos que era preciso garantizarse. Los cuerpos profesionales, las pruebas externas y fiables, la solvencia de los diplomas, la estructuración adecuada de adquisición de conocimientos según edad y nivel de los alumnos, de asignaturas impartidas por profesores especializados en ciclos y materias, el rigor y valía académicos, todo esto es incompatible con la arbitrariedad y vaguedades que precisaba el sector, de alto poder propagandístico, de los autores de la LOGSE. Necesitan una bolsa global de Trabajadores de la Enseñanza en la que cualquiera pueda enseñar cualquier cosa a cualquier nivel y donde aquéllos de menores calificación académica y rango profesional se vean promocionados, se instalen en puestos inmerecidos mientras representantes sindicales, afines al Gobierno, distribuyen, y se distribuyen, subvenciones y cursillos.
Todos estos rasgos, que hacen de la Educación española un problema casi insoluble por la impotencia de llevar a cabo una buena política de personal y de programación de conocimientos y exámenes, se multiplican y concentran en la mediocridad estanca de las diversas Autonomías-tribus, a las que se transfirieron –y éste es problema mayor- tales competencias.
FE: Las Humanidades han ido perdiendo progresivamente terreno en los currículos, ¿puede responder esta medida a algún interés particular?, ¿qué consecuencias puede acarrear?, ¿por qué?
MR:
Las Humanidades son el enemigo a abatir, instintivamente, por todos los propensos a la deriva totalitaria, que es muchísimo más común de lo que se cree en el cambiante archipiélago de lo que recubre el mantra democracia. El conocimiento de historia, filosofía, lenguas clásicas, geografía, literatura, idiomas, arte, y, en general, de los productos del espíritu humano es alimento y fortaleza, inalienable patrimonio personal y ventana a todos los horizontes. Las dictaduras, francas o camufladas, no soportan la dignidad que estos conocimientos aportan, la capacidad crítica que proporcionan, el compromiso y esfuerzo intelectual que exigen, la excelencia que mantienen a lo largo del tiempo y del espacio. La dictadura mediocre, que promociona e impone a sus pares, necesita eliminar, eliminando estas materias, la conciencia del necesario elitismo de la calidad y del esfuerzo, de las infinitas diferenciaciones individuales, de la jerarquía de hechos, personas, actos, obras y valores. No es extraño que hoy importantes empresas, con muy buen juicio, valoren en quienes contratan para altas responsabilidades los conocimientos de filosofía y otras ciencias humanas, calificadas de inútiles por el político que repite que la enseñanza es algo para la vida, de rentabilidad práctica inmediata. Éste pretende (y logra) privar del esfuerzo conceptual, la aproximación al sentimiento de grandeza y la herencia cultural al alumnado.
El desguace, fragmentación y jibarización de la Historia es objeto de particular atención por parte de clientelas que viven del muy rentable cultivo del hecho diferencial y sus mitos originarios (clase, etnia, nacionalidad, raíz, terruño filiación guerracivilista, Buenos/Malos, progresistas/reaccionarios,). Su estudio real es incompatible con la espesa trama de ficciones imprescindible tanto para la parroquia en nómina como para hornear a diario los nuevos adictos al credo del que la tribu vive. La Historia es desdichado sujeto de dos filtros: uno el del Gobierno español actual, al que esta materia sobra porque precisa sustituir lo que era España por una amalgama confusa de clanes y dependencias, sin tradición, civilización occidental (ni, por supuesto, ninguna otra excepto un puñado de rancios clichés tercermundistas) ni milenarias señas de identidad europeas. El auténtico sujeto histórico sería un territorio al que rodean multiculturalismos infinitos de valor equivalente, y que se ha distanciado, por obra de la recta línea política actual y el advenimiento del luminoso Líder, de eras desdichadas en las que los Pobres eran vencidos por Mal y Poderosos. Amanece la Jerusalén Terrestre, Laica e Igualitaria. Tras ese recuelo primordial, del que han desaparecido Roma, Grecia, Cristianismo, Edad Media, Renacimiento e Ilustración y en el que los siglos XX y XXI son objeto de selección rigurosa y bipolar por exigencias del guión, los diecisiete filtros autonómicos y los subfiltros asociados se encargan de racionar y colorear las migajas históricas restantes.
FE: ¿Qué entiende usted por igualdad de oportunidades en educación?
MR:
La que hubiera consistido en extender a todos los alumnos, sin detrimento de la calidad, el excelente sistema público de enseñanza media que había antes de su destrucción, a finales de los años ochenta. Éste permitía a quien no tenía medios económicos, pero si voluntad de trabajo y/o capacidad intelectual, hacerse con una buena formación, progresar en la vida en función de sus propios méritos y salir de las aulas con un diploma que avalaba conocimientos reales. En lugar de esto, se hizo algo profundamente antidemocrático, que es el sistema actual: un aparcamiento donde impera la ley de los peores y la enseñanza pública va quedando como el obligado y degradado recurso de quien no puede ir a centros de pago ni permitirse el máster en el extranjero .
FE: ¿Cree que es beneficioso que exista la enseñanza privada?, ¿por qué?
MR:
Creo que la pluralidad de opciones respecto a los centros de enseñanza, sean públicos o privados, es buena siempre y cuando haya control de niveles, contenidos y profesionalidad de los docentes y que no interfiera la confesionalidad con la Constitución y los Derechos Humanos, especialmente en cuanto a igualdad y respeto a la mujer se refiere. Estoy, además, convencida de la importancia de que exista una muy buena enseñanza pública gratuita cuyas competencias residan, en gran medida, en el Gobierno central.
FE: ¿Cómo conciliar el derecho a la educación y la libertad de enseñanza?
MR:
Con un claro programa general en el que se dé prioridad a las asignaturas de base y se haga hincapié en la adquisición de conocimientos y exámenes, pruebas de paso de ciclo y cuerpos profesionales especializados por edades, materias y niveles, cuya competencia avalen formación académica y oposiciones abiertas. Dentro de este marco, son perfectamente legítimas y viables tanto la libertad de cátedra como la confesionalidad, las asignaturas opcionales y los diferentes tipos de financiación. En este momento, y desde la LOGSE, en España no tiene derecho real a la educación gratuita nadie porque la han destrozado hasta en su concepto. Y menos que nadie los estudiantes que provienen de familias modestas.
FE: ¿Qué le sugiere la expresión «enseñanza neutral»?
MR:
No más que si habláramos de alimentación neutral: Nada mientras no se acote el significado del término. Excelente si se refiere a recuperar la enseñanza como transmisión de saberes y no de adoctrinamiento sociopolítico y catecismos pedagógicos. Actualmente se está empleando de una manera sectaria, como si la única enseñanza buena posible fuera la que sustituye los conceptos y temas de la tradición moral y religiosa tradicional por las consignas de una iglesia estatal laica que se quiere única. Un ejemplo plástico reciente sería la febril sustitución oficial de los adornos navideños por una decoración, que se quiere aséptica y resulta de una profunda estupidez. Hay una mezquindad infinita, que avergüenza a cualquier agnóstico que se precie, en el afán del actual gobierno español y sus socios por destruir toda referencia cultural cristiana. Es lo propio del acomplejado rencoroso que sólo imagina como método de alcanzar altura erguirse sobre un erial. Pensemos en lo que quedaría de una Europa, de una España, de las que se habrían eliminado absolutamente todas las catedrales, música, cuadros, literatura, fiestas, monumentos de inspiración religiosa.
Dos cosas están claras: que, en el caso de que Dios exista, estará diciendo Ladran, luego cabalgamos; y que para los sidosos sin esperanza, los enfermos terminales o los ancianos sin recursos más les vale arrimarse a los que creen en Él.
FE: ¿Qué opina sobre la polémica suscitada en torno a la enseñanza de la religión en la escuela? ¿Qué propondría para zanjar de una vez este conflicto, ya histórico?
MR:
Dejaría un margen bastante abierto a la pluralidad de centros y de opciones de los padres. Ello teniendo en cuenta que a los alumnos de enseñanza pública no se les estaba obligando en centro alguno a estudiar religión católica si no lo deseaban. De elegirla, debería ser una asignatura evaluable, tanto más cuanto que quien ignora, en Europa, la Biblia es, como quien ignora la mitología grecorromana, un analfabeto incapaz de descifrar y apreciar arte, filosofía, lengua y literatura. Basta con imaginar a qué se reduciría el patrimonio cultural de España, y de Europa, si desapareciera la herencia material y espiritual del cristianismo y su labor asistencial para hacerse una idea de lo que significa privar a los jóvenes de este conocimiento. Por otra parte las clases de religión, sea ésta la que fuere, deben estar condicionadas al respeto por los derechos humanos y la igualdad de sexos y a que exista estricta reciprocidad con los países de origen de los que aquí las soliciten, en el sentido de que en esos países, exactamente en la misma medida que se reclama en España, puedan erigirse templos, funcionar comunidades e impartirse enseñanzas cristianas.
FE: ¿Considera necesario que en la escuela se proporcionen conocimientos suficientes y verdaderos sobre las raíces ético-religiosas de los valores en los que se funda nuestro actual sistema democrático occidental?, ¿por qué? ¿Cuáles son esas raíces, brevemente?
MR:
Me parece indispensable que se proporcione, desde un punto de vista histórico, filosófico y no confesional (de manera independiente a las clases de religión para quienes las deseen) un acervo de conocimientos sobre las bases de la cultura occidental y concretamente de la española, como, por ejemplo, la filosofía griega, el derecho romano, el cristianismo (que es el primero, convendría recordarlo, que explícitamente defiende la igualdad de los seres humanos en cuanto tales), las Luces y la revolución industrial, científica y tecnológica. Es particularmente necesario resaltar la aparición y desarrollo de conceptos como la libertad individual, el valor de la persona, los derechos humanos, la igualdad ante la ley la búsqueda de verdad, belleza, ética y transcendencia.
FE: ¿Qué valoración haría sobre el estado actual de la Universidad?, ¿cree que la reforma de la educación superior, según las pautas dadas por la Unión Europea, mejorará dicha institución?
MR:
España es el hombre débil y enfermo de Europa, por su inseguridad nacional y destrucción de signos identitarios. De esta destrucción, y del reparto del desguace, viven las clientelas parásitas. Los estudiantes llegan a la Universidad con un nivel mínimo. No existe una previa formación generalista, las lagunas culturales son enormes, no hay aprendizaje estructurado, cronológico y lineal de materias importantes, de personajes y sucesos de envergadura ni de valores y universales. Los conocimientos recibidos son arbitrarios, fragmentados, liliputienses y carecen de fiabilidad ni exigencia, puesto que los diplomas se han otorgado por simple pase, sin exámenes reales. Con tal panorama de ignorancia básica y debilidad intelectual, la inserción de los estudiantes españoles en un sistema común europeo basado en créditos según temas muy concretos y especializados resulta en extremo peligrosa.
FE: La educación, en la actualidad, ¿necesita más dinero o, por el contrario, requiere de unos principios sólidos?, ¿por qué?
MR:
Dar más dinero al sistema educativo actual –que significa darlo a sus interesados defensores- es contraproducente, porque equivale a ahondar el hoyo repartiendo a los que viven de demoliciones más picos y palas. Los dos sindicatos –UGT y CCOO- del gobierno logse (el del PSOE) y los que medran gracias a la ruina de la enseñanza y a la general indigencia intelectual precisan continuamente acaparar fondos y parcelas de poder; aspiran al monopolio de cursillos de capacitación, en buena parte basados en consignas, porque son alérgicos a oposiciones abiertas, títulos académicos y profesionalidad. Las empresas suspiran por que a cada alumno se le dé por ley un juguete electrónico. Nada peor que alimentar el chantaje de la representatividad de comisarios pedagógicos y la medrosidad de los que, desde una oposición política que en realidad no existe, deberían enfrentarse a la situación y a sus causantes pero prefieren el absentismo, la cobardía, el reparto de territorios y el parche de los juguetes caros. El Partido Popular nada cambió cuando, desde el Gobierno, tuvo la ocasión, y el deber, de hacerlo. El vuelco hacia la recuperación de la calidad de la enseñanza pasa por presentar batalla a la clientela parásita, asumir el ruido mediático y callejero y centralizar competencias, no por el dinero invertido en desmenuzar horarios y grupos, justificar nóminas, aparcar adolescentes, llamar igualdad a la ignorancia y crear diversidades a la carta para su clientela.
FE: ¿Qué valoración le merecen, brevemente, la LOGSE, la LOCE y la anunciada LOE?
MR:
La LOE es una fuga hacia delante del obvio desastre de la LOGSE. No es extraño que el PSOE la anunciara nada más llegar al poder, tras las elecciones a los tres días del atentado del 11 M. La juventud, mantenida en la ignorancia, adulada y regada de consignas, es el vivero de votos ideal. La Ley de Calidad, LOCE, fue, por parte del Partido Popular, un muy tardío y medroso intento de mejorar algo la situación educativa. La única iniciativa válida, honesta y eficaz fue la de Esperanza Aguirre para la recuperación del estudio de las Humanidades. La asistían razón, valentía y ética, pero fue atacada por los demás partidos y el suyo propio, el PP, que la dejó a los pies de los caballos.
FE: Los libros escolares, ¿deberían ser gratuitos o no? ¿Por qué?
MR:
Para quienes tengan dificultades para adquirirlos desde luego (actualmente no es así; son muy insuficientes ayudas y becas de este tipo). Para toda la población, no es iniciativa que se pueda tomar hoy mismo y de golpe por, en el ambiente actual de intereses creados, el margen a la especulación que dejaría y por el elevado e innecesario coste de los libros, que podrían ser mucho más baratos, ligeros y de impresión más modesta. Esto sin olvidar que, hoy por hoy, tal gratuidad podría ser la de un reparto de potitos ideológicos. Habría que ir por etapas y ampliar los sistemas de becas y ayudas teniendo muy en cuenta, además de la situación económica de las familias, las calificaciones, comportamiento y trabajo del alumno.
FE: ¿Son asignaturas pendientes la falta de autoridad de los profesores, la indisciplina y el acoso en la escuela? ¿Cómo solventar estos problemas?
MR:
Con disposiciones legales que acaben con la actual impunidad del matón del aula, el padre que amenaza, el alumno que hace perder el tiempo al profesor y a todos. Hoy esas disposiciones no existen y la indefensión de profesores y de alumnos que sí querrían estudiar es la norma. Hay que tener en cuenta que uno de los pilares del populismo, esencial para el Gobierno logse, es la oferta del gratis total, en todos los órdenes, del nivel intelectual al pelotazo autonómico y de género, pasando por la seguridad económica de por vida, la energía limpísima, inagotable y abundante, la satisfacción sexual, la paz con tiranos y dictadores y los aprobados garantizados.
Cuestiones sobre política general y sobre actualidad social
FE: ¿Existe, en la actualidad, un pensamiento único?, ¿por qué?; ¿están monopolizados los medios de comunicación?, ¿qué papel desempeñan éstos a la hora de configurar el sentir colectivo?
MR:
No existe un pensamiento único porque quien quiere hacer el esfuerzo puede informarse y disentir, pero sí existe una censura interiorizada más fuerte y peligrosa que las tradicionales y externas. Es la de una especie de iglesia laica con aspiraciones al monopolio ético que, en realidad, sirve al mito dual Buenos/Malos, Derechas/Izquierdas, etc., y se vale de términos y temas, tipo mantra, de obligada aquiescencia, como paz, diálogo, tolerancia, multiculturalismo, ecologismo, cambio climático y demás señas verbales de pertenencia al club de la Modernidad, el Pluralismo y el Progreso. El auténtico Partido de los Malos es el MP, la Mafia Parásita (no confundir con su homónimo británico)), caracterizada por erigirse en controlador, burócrata y sancionador de cuanto es individual y libre: flora, fauna, senderos, placeres, comida en el plato, uso de la lengua y hasta el lavado de dientes. Viven de pagar y organizar asesores, vigilantes, equipos, ministros; y manejan cleros particularmente policiales y virulentos en nombre del medio ambiente, la ecología, la salud, el sexo y la estricta igualdad.
FE: ¿Cuál es el principal problema nacionalista en España? ¿Por qué?
MR:
El problema principal es la intención de permanencia en un interesado, y rentable, limbo sociojurídico de múltiples naciones que se valen de la Nación como referente de agravios y de obtención de privilegios y de dinero, dotadas de todas las ventajas pero sin las obligaciones, estructuras y gastos a los que obliga una completa independencia o, al menos, un auténtico federalismo. Tal sistema de clientelas está dejando España reducida a la cáscara. La proporcionalidad parlamentaria y el sistema de listas cerradas da desmesurado margen de representatividad a muy pocos y diluye en el grupo tribal las responsabilidades individuales. La fragmentación localista educativa y la actual y múltiple bancarrota económica dan fe de la inviabilidad de la deriva del sistema autonómico español.
FE: ¿Cree que la competencia en educación de las Comunidades Autónomas puede ser utilizada para el beneficio político de los grupos nacionalistas?
MR:
No ha sido, prácticamente, utilizada por éstos para otra cosa. Ha sido vivero del terrorismo etarra, de las formas más agresivas de independentismo y del rechazo de la nación común, y es responsable de un hecho único en Europa y tan insólito como hasta la fecha impune: En amplias zonas de España los alumnos no pueden estudiar en español en colegios ni institutos, la Constitución se transgrede y los escritos públicos están sólo en la lengua autonómica, los castellanohablantes se ven hostigados y excluidos. Nadie, ningún inspector de Educación o de otras áreas, osa ir allí y denunciarlo.
FE: El concepto tradicional de familia está cambiando radicalmente, ¿cuáles son, a su juicio, los principales cambios y qué consecuencias pueden acarrear para la sociedad española y, particularmente, para la educación?
MR:
El problema cardinal es la insignificante protección y apoyo material, estatal, al hecho de tener hijos, el envejecimiento de una población agotada en la búsqueda de la obtención del máximo placer por día y hora, según disponen los cánones publicitarios y la cotidiana lluvia de mensajes, y hecha a considerar la dedicación a nuevos seres –o a seres en el último periodo de su existencia- tarea molesta, prescindible y nociva. El Gobierno, además, fomenta y subvenciona las banderías sexuales para distraer la atención de los gravísimos problemas nacionales que él ha ocasionado.
FE: ¿Cree usted que es posible de hecho la «Alianza entre civilizaciones» propuesta?, ¿por qué?, ¿Qué valoración le merece tal idea?
MR:
Los sujetos de deberes y derechos no son las etnias, grupos, tierras, civilizaciones ni culturas, sino los individuos. Las alianzas se hacen con éstos en cuanto pertenecen a o son representantes de sistemas cuyos usos y valores están, o al menos pretenden estar, en un marco de libertades. Para lo demás están la diplomacia, los acuerdos coyunturales sobre puntos concretos y las relaciones bilaterales. Nunca son aceptables las pretensiones a que hechos reprobables, atropello a los individuos, opresión y barbarie gocen de patente de corso en virtud de su pertenencia a civilizaciones. En la práctica, la tal Alianza es una forma de cobardía occidental, una mezcla de necedad y oportunismo de sus valedores y, por parte oriental, una táctica de infiltración y asentamiento en Europa de formas contrarias a derechos humanos y principios universales.
Cuestiones sobre historia
FE: ¿Cree que la historia reciente de España está siendo manipulada y falseada?, ¿en qué?, ¿qué intereses políticos subyacen en tal actitud?, ¿qué peligros encierra la mentira histórica y qué consecuencias puede acarrear ésta?
MR:
El bloque parásito que, en España, debe a la Transición, y no a sus méritos, la posición de la que goza precisaba de legitimación, de autoctonía, de la lucha contra el Dictador que nunca llevaron a cabo, de falsa Guerra Civil maniquea ganada a posteriori, de un mito dual Buenos/Malos e Izquierdas/Derechas permanente. Esto se ha agudizado con la segunda generación de clientelas que piensan seguir viviendo de los réditos de esta manipulación histórica y social. Es una inquisición rigurosísima en su imposición del catecismo de la tribu y en el manejo de la coreografía propagandística y los coros de la cultura oficial. La Historia es simple instrumento, trillado, coloreado y recortado según los intereses del clan en el poder educativo y mediático. El peligro es obvio y sus frutos están ahí.
FE: ¿Por qué es necesario que se abra un debate público, serio y riguroso sobre la historia reciente de España?, ¿cree que será posible en un periodo de tiempo breve?, ¿por qué?
MR:
La censura de la supuesta corrección política ha sido y es tan severa, la manipulación histórica tan descaradamente selectiva y el horizonte intelectual tan limitado y temeroso que se ha acumulado una enorme masa crítica de historia contemporánea por airear, sacar a la luz, discutir sin censura ni autocensura, abordar con una libertad cuyo gusto casi se había olvidado. Es el gran momento de los nuevos historiadores, que no pueden ya tardar en distanciarse con desdén de las amenazas del clan.
FE: Se ha difundido con denuedo, y con éxito, la idea de la convivencia fraternal en España del cristianismo, el judaísmo y el islamismo. ¿Qué intereses subyacen en la defensa de tal postura? ¿Qué consecuencias puede tener para el devenir de la nación española?
MR:
A una población tan anémica de conocimientos históricos se le puede hacer creer cualquier cosa. Lamentablemente para los neófitos, no hay más que ver en el Magreb y Oriente Medio los brillantes resultados de la adopción del Islam para imaginarse cuál hubiera sido el destino de España de no lograr, tras una muy larga lucha, expulsarlo. Los admiradores platónicos –o vacacionales- de esos paraísos suelen, por cierto, (como es en occidente costumbre) pagarse las utopías con piel ajena. Nadie coge las pateras en dirección Marruecos. Ni lee, en documentos del XV y XVI, el comprensible temor que había entre los reyes cristianos (acostumbrados a las invasiones venidas del norte de África y apoyadas por los musulmanes hispanos) al papel de quinta columna de las comunidades judía y morisca en posible entendimiento con la gran potencia enemiga de la época: la Sublime Puerta, el imperio turco.
FE: Para usted, ¿cuál ha sido el mejor educador de la historia? ¿Podría recomendar tres obras clave de la historia sobre educación?
MR:
Carezco totalmente de conocimientos al respecto. De forma estrictamente personal, según la experiencia de alguien que no es en absoluto pedagogo, puedo citar, porque los encuentro muy buenos, Los límites de la educación y La secta pedagógica, ambos de Mercedes Ruiz Paz, en extremo ilustrativos del caso español. Por otra parte, me interesaron y conmovieron las páginas de El primer hombre, obra póstuma e inacabada de Albert Camus, en las que el autor describe la importancia que tuvieron en su formación, durante una infancia de niño de familia extremadamente pobre, las enseñanzas de su maestro de primaria.
Cuestiones sobre inmigración
FE: ¿Es preocupante el índice actual de inmigración?, ¿por qué?, ¿qué política en materia de inmigración se debería seguir?
MR:
Lo preocupante es la irresponsabilidad e indiscriminación en la acogida y el asentamiento de grandes contingentes de extranjeros porque eso perjudica a los más débiles, honrados e indefensos, tanto autóctonos como foráneos, y abre las puertas al racismo y a la bancarrota de los servicios sociales. La premisa para conceder permisos de estancia tiene que ser el conocimiento y aceptación explícita, por parte de los solicitantes, de las leyes, constitución, derechos humanos y normas civiles del país en el que pretenden instalarse y el estudio por ambas partes de las posibilidades en el mercado laboral. La rápida expulsión de delincuentes, aun de delitos menores, y la protección a los inmigrantes que no desean sino vivir honradamente de su trabajo y son víctimas de mafias y criminalidad es el mejor antídoto contra actitudes racistas. Nunca se debería, so falacia de respetar su cultura, sacrificar principios y libertades que el sistema del país de acogida garantiza y que para muchos de esos inmigrantes son la oportunidad de vivir en sociedades más libres, justas y avanzadas que las que dejaron
FE: No hay duda de que para el sistema nacional de enseñanza la inmigración es un serio problema, al que hay que poner solución sin demora, ¿cómo debe afrontarse el problema, desde una perspectiva educativa?
MR:
Nada peor que mantener artificiales viveros de diferencias (de las que viven, por cierto, infinitos parásitos y demagogos españoles y extranjeros, amén de comisarios sociorreligiosos a sueldo de dictadores), Los hijos de inmigrantes, una vez escolarizados, son una gran riqueza laboral, intelectual y humana para el país de acogida; ellos tienen conciencia del valor del esfuerzo porque proceden de familias trabajadoras y de vida dura, poseen el respeto por educación y educadores que los mimados retoños autóctonos han perdido y les es particularmente indispensable una buena enseñanza pública, gratuidades, integración, información y ayudas.
FE: Oriana Fallaci sostiene en su libro: «La fuerza de la razón» que la Izquierda ha contribuido de manera decisiva a islamizar Italia. ¿Podría hablase de una situación similar en nuestro país?
MR:
Desde luego, y no sólo en España e Italia. Gran parte de cuantos se identifican a sí mismos como bloque de izquierdas (no comparto el uso de estos términos; son tácticas de filiación dual y tribal destinadas a secuestrar ética, lenguaje y consideración social), en su afán de antiamericanismo, apoyan lo peor de las peores dictaduras. Lo hicieron con las comunistas y lo hacen con las más reaccionarias, segregadoras, oscurantistas y violentas, que son las islámicas. Oriana Fallaci expone hechos comprobados y ciertos. Al no ser una simple religión, sino una estructura capilar de control de la sociedad civil, el Islam (que, entre otras lindezas que lo distinguen de los demás credos, castiga a los que lo abandonan con la muerte) sigue en Occidente la táctica de aprovecharse de las ventajas que le ofrecen los países democráticos, pastorea a un ganado femenino preceptivamente sumiso y velado destinado a parir lo más posible, se hace conceder edificios, terrenos, exenciones y cotos especiales y ha programado así la infusión lenta y aparentemente pacífica de una dictadura medieval y teocrática en los países de acogida. Cuenta con el apoyo, por intereses energéticos, ignorancia culpable y por simples estupidez y cobardía, de políticos y de amigos de los paraísos diferenciales (siempre y cuando estén lejos). Esto significa claro peligro respecto a libertades y derechos individuales trabajosamente logrados por las democracias. Las primeras víctimas son las capas más débiles, tanto de la población española como de los inmigrados con deseos de vivir en sistemas de respeto hacia los individuos.
Cuestiones sobre democracia
FE: ¿Puede la educación socavar el sistema democrático y la convivencia de nuestro país?, ¿qué entiende usted por «educación para la democracia», en qué debe consistir ésta?
MR:
La educación que se imparte en las Autonomías hace tiempo que está socavando el sistema democrático, por cuanto lleva lustros defendiendo el rechazo, cuando no el franco odio, hacia España como país común. El pilar cardinal, la igualdad de los ciudadanos ante la ley, no existe. La solidaridad en el reparto presupuestario pertenece a un pasado cada vez más remoto. El común estado constitucional hace tiempo que desapareció en la marejada de exigencias, fueros, alianzas estratégicas y privilegios. La palpable hostilidad entre regiones españolas, la aceleración de una dinámica de improperios, abusos y reproches son patentes. Por otra parte, el partido actualmente en el Gobierno siempre ha basado su estrategia en alimentar el guerracivilismo retroactivo, el maniqueísmo dual. De ahí su afán en erradicar el estudio de las Humanidades y en sustituir conocimientos por consignas. Un discurso de Pericles enseña más sobre la democracia que la repetición cotidiana de docenas de jaculatorias sobre la igualdad de género y la discriminación positiva.
FE: A su parecer, ¿existe peligro de que el gobierno, el actual o cualquier otro, mediante la «educación para la ciudadanía», monopolice la idea de democracia, que oficialice ésta, y que sea difundida como única «verdad» en las escuelas? ¿Puede responder esto a aspiraciones homogeneizadoras y totalitarias?
MR:
Hace bastante tiempo que el espacio que ocupaban, y que deberían ocupar, las asignaturas de base se viene rellenando con los clichés del comisariado del actual régimen, servidos por el clero de la nueva, y muy peligrosa, parroquia del Advenimiento del Progreso. Por supuesto, la idea es inmiscuirse hasta en los recodos más profundos del comportamiento individual. La palabra democracia puede ser tranquilamente –de hecho ya lo ha sido con las peores dictaduras, las democracias populares- el comodín de las arbitrariedades, el símbolo, justificación y sacralización de una iglesia laica estatal con clara aspiración a única (la política y propaganda del partido español en el Gobierno desde 2004 es un ejemplo de libro) y el manto igualitario y buenista de lo que en realidad es una clase extraordinariamente virulenta y nociva de nuevos ricos. Por supuesto, ésta abomina de los que juzga rivales en la ocupación de un intelecto y una moral que considera sus territorios por derecho propio. La imposición por decreto de la ignorancia y del mínimo común denominador intelectual es tarea preparatoria y luego simultánea a la distribución e impregnación del catecismo estatal.
FE: ¿Cree que las democracias actuales están en crisis, especialmente la española?, ¿por qué?
MR:
La democracia vale lo que valen los ciudadanos en sus decisiones. Si éstos optan por aceptar masivamente la rendición o el pacto ante el terrorismo, el servilismo respecto a las dictaduras, la indiferencia ante el fracaso escolar y la muelle creencia de que las libertades y beneficios de que disfrutan son gratuitas, entonces no se está ante una crisis (en sí, la catarsis puede ser muy saludable), sino ante la degeneración en populismo barato, demagogia y sometimiento de lo que fue un noble ideal.
FE: ¿Qué actualidad tiene el libro de Alexis de Tocqueville «La democracia en América»? ¿Y «Los orígenes del totalitarismo» de Hannah Arendt? ¿Qué le sugieren estas obras?
MR:
Ambos títulos son de una rabiosa actualidad, y la lectura y comentario de, al menos, algunos de sus fragmentos serían ciertamente más instructivos que todos los libros, cursos y clases de educación para la ciudadanía.
FE: La elección de Barack Obama como presidente de los EEUU ha modificado el cuadro de relaciones internacionales, ¿qué balance haría de los meses de la Administración Obama?, ¿qué puede deparar el futuro?
MR:
Yo no soy racista, y entonces rechazo juzgar al señor Obama de una manera condicionada al hecho de que es negro. No creo que esto determine (e incluso pienso que sería insultante para él) la obligación de una actitud laudatoria. Sus valores personales sin duda no precisan de tales muletas. En cuanto a sus actuaciones políticas, el discurso de El Cairo fue inquietante, repleto de inexactitudes y de francas falsedades históricas, y no se vio completado por otro discurso dirigido a esos amplios y variados sectores del mundo árabe que pretenden ser modernos, libres, separar la religión del estado y lograr el respeto a las libertades, la igualdad femenina y la vida privada de los individuos. Al asimilar a todos con los islámicos y defender la imposición segregadora del velo a las mujeres, desde luego Barak Obama ha dejado en mucho peor situación que estaban a los más inermes, débiles y oprimidos. Por otra parte, está claro el cambio estadounidense de focos de atención y de gastos, el desplazamiento de las prioridades hacia el Pacífico y Asia y la tibieza y componendas respecto a regímenes y principios agresivos, totalitarios y fanáticos. Europa tendrá que aprender (no le vendrá mal) a defenderse por sí misma. Es sintomático que tiranos tan peligrosos como los de Corea del Norte, Irán o Libia se hayan crecido en desafíos, decisiones nucleares y proclamas en la ONU tras las manifestaciones del señor Obama.
FE: En su último libro, «Las clientelas de la utopía», se ha desmarcado de sus temas habituales, ¿a qué se debe ese cambio?, ¿a qué se refiere con las clientelas de la utopía?
MR:
Las clientelas…era un ensayo sobre el fenómeno, exclusivo de nuestra época, de los grupos defensores de utopías a cargo del erario público. Luego, en plena redacción del libro, ocurrió la matanza del 11 M. Nada fue ni ha sido igual desde entonces, los cadáveres siguen ahí, en medio de una sociedad que los sortea para no pisarlos y que elude el hecho como si jamás hubiera ocurrido. Nunca antes había experimentado vergüenza de mi nacionalidad, de ser española. Se aprovechó el asesinato de doscientas personas para ganar unas elecciones, se llamó criminal, no a los criminales, sino al Presidente legítimo de la nación. Se hizo lo que los terroristas querían que se hiciera. Algo tan ignominioso no lo había vivido, respecto a mi país, jamás. Se utilizó la técnica de la vileza asumida por una población que hizo bueno el proyecto de poner las bombas. Ahora bien, justo es reconocer la inigualable eficacia de ejecutantes y diseñadores de la matanza de Atocha. El cambio que produjo en la política española nada tiene que envidiar a muchos tradicionales golpes de Estado. Los atentados terroristas en otros países han podido producir más muertos, pero en ninguno se ha dado el radical cambio español, que incluye la virtual destrucción de la unidad nacional, el distanciamiento de las democracias, la aproximación a las tiranías y –lo que ya raya en el virtuosismo –el haber en cuestión de cinco años borrado, no sólo el Gobierno que había en marzo de 2004, sino hasta a la posterior oposición. Un hito en el éxito terrorista.
No recuerdo, hasta el día de hoy, una sensación de vergüenza semejante. Fue difícil salir del hoyo y terminar el libro.
FE: Finalmente, al margen de todo lo dicho hasta el momento, como escritora, ¿ qué será su próxima publicación?, ¿cuál es su tema? Y, por último, ¿qué proyectos tiene en mente?
MR:
Deseo publicar el último libro que escribí, Nombres Árabes, en el que se conjugan experiencias temporales, geográficas y biográficas de bastante amplitud, narrativa, descripciones y reflexiones sobre ese magma abusiva y falsamente denominado mundo árabe o islámico. Me interesan países, y personas, que conozco por haber vivido en ellos o viajado, y me fascina, con no poca indignación y horror, el snobismo filoislámico y el mapa tembloroso, incierto, del siglo XXI.
Y estoy escribiendo un nuevo libro que, una vez más, es de búsqueda por un mundo y unos seres en y con los que, pese a todo , vale la pena vivir.
Por último, hay algo que deseo añadir, una pregunta-respuesta Porque, si no, el desesperanzado lector podría opinar que esta entrevista parece un homenaje a la Virgen de las Angustias: ¿Hay visos de solución, expectativas de mejora para los problemas de Educación y, en general, de la España actual?
M.R.:
Haylos, mientras se vaya extendiendo la conciencia de que existen. La virulencia misma de las clientelas parásitas que imponen maniqueísmos e historias falsas, que han amordazado la ética con propaganda, robado herencia cultural y saber a los jóvenes y que y no tienen otro horizonte que su propio interés habla de la inseguridad y del pavor del club parásito a que se les derrumbe bajo los pies el entramado del que llevan largos años viviendo. Han acumulado demasiadas facturas pendientes, y no sólo las de la bancarrota económica del país. El tiempo de ficción, chantaje y clientelas tiene fecha de caducidad. Puede, se puede hacer, con mejor gente, mejor futuro.