Transición final de trayecto
Las utopías piden un rescate, son, finalmente, un mosaico de ideales, de pequeñas empresas, de intentos tan ajenos a la conveniencia personal como el estudio de las galaxias del universo. En la Tierra y en lo que a sus habitantes humanos concierne, no se trata de su final, sino del final de las utopías gratis total y de las exhibidas como requisito para ponerse en nómina. Retos y disyuntivas son nuevos. No habrá diplomas de pertenencia al club dual adecuado, ni se ofrecerán lotes de placa solar, pancarta antiimperialista y bicicleta de última generación. El panorama es a la vez sencillo y complejo: Transportes y difusión informativa han puesto al alcance de quien lo desee la vivencia de cualquier etapa y cualquier variante de la evolución de la especie. Un anhelo tribal puede realizarse con la simple incorporación a cuantos aún viven de tal manera, pero para ser consecuentes esto incluye, llegado el caso, el recurso al brujo de la tribu en vez de al odontólogo. Por primera vez en el planeta se ofrecen simultáneamente la edad de piedra, los cazadores y recolectores y Silicon Valley. Con un pie en el paro y otro en las visitas virtuales por el cosmos, la orientación ideológica, e incluso física, no son fáciles ante tal oferta. Sobre todo cuando las referencias básicas se han reducido a la conveniencia del rechazo a lo conocido, lo tradicional, lo perteneciente al confuso y denigrado vocablo Civilización.
El panorama se clarifica no poco cuando se pasa por el cedazo del interés y se ve en qué quedan proclamas, manifestaciones y gestos cuando desaparece el beneficio al que venían siendo asociados, una rentabilidad no siempre económica y sí un mucho social. Han amarilleado y muestran fecha de caducidad los carnets imaginarios, ya no permiten la entrada a los clubes que solían. Para beneficio de los que, al menos, a partir de ahora crearán sus propias filiaciones teniendo como referencia el principio de realidad. Esa desaparición abre las puertas a una percepción más amplia y a unos actos sopesados según el riesgo, energía y tesón invertidos en ellos.