Sobre El Quijote: Tiempo de Molinos
TIEMPO DE MOLINOS
2005- Mercedes Rosúa[1]
(Ponencia presentada en las «III Jornadas de Cómo y cuándo leer El Quijote», celebradas el lunes 7 de marzo de 2005, organizadas por la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid)
Este artículo se publicó en “Foro de Educación” nºs 5 y 6. Ed. J. L. Huerta. Salamanca 2005).
Los molinos de hoy
El primer molino con el que se han encontrado, en la actualidad, don Quijote y Cervantes en la Enseñanza española es la presunción, claramente impositiva, de que su lectura es tarea muy por encima de las posibilidades del alumnado y que
cualquier exigencia otra que catas ocasionales-y con frecuencia predigeridas-en el texto es inadecuada, abusiva y contraproducente, puesto que la diferencia lingüística respecto al español actual, la dimensión de la obra y su alejamiento de la realidad cotidiana generarían rechazo a la práctica de la lectura en sí. A tales aspas se añade una peligrosamente coyuntural, que consiste en reemplazar la incitación a la lectura solitaria y atenta por una adhesión folklórica al estilo de Bienvenido Mr. Marshall con la que dar por cumplido el expediente de que se ha dado a conocer el libro. Pueden llover disfraces de quijanos, sanchos y altisidoras, menús de la venta e inspiradas representaciones teatrales. Éstas en nada reemplazan al magistral edificio de palabras, colores, piedras o notas que constituye una obra maestra, del mismo modo que la descripción en unas líneas o la papiroflexia son simplemente algo distinto de “Las Meninas” o las Pirámides de Egipto y pueden tener, a lo sumo, una función adyacente, o de iniciación festiva con público de corta edad.
La omisión del Quijote real se apoya en unas líneas maestras según las cuales se favorece la indistinción pedagógica entre niños y adolescentes con asimilación sistemática de éstos a los primeros Continue reading