03/5/23

Una pequeña historia de un gran horror.

Una pequeña historia de un gran horror.

 

La chinita -inventemos un nombre, Li, en esta historia real acaecida en febrero de 2023 en unos grandes almacenes- atiende a la clientela, numerosa, de su país de origen en su lengua, y a los demás en español perfecto. Es menuda, eficaz, sencilla y amable. Mientras espero que termine con viajeras que parecen dispuestas a llevarse al Celeste Imperio buena parte de la cosecha de las rebajas, le digo algunas de las poquísimas frases en chino que conozco y se establece un delgado puente de curiosidad y leve simpatía.

Li es muy joven, no lleva maquillaje. El pelo peinado hacia atrás en coleta, dejando libre y pulido, como un talla marfileña, el óvalo de la cara animado por la negrura vivaz de los ojos; unos ojos sin miedo, sin ese movimiento sesgado típico de los sistemas totalitarios que vigila instintivamente un posible espionaje. Li está contenta y tranquila, le gusta hablar, no esperaba que una española conociera China y menos aún la China de otras décadas, no tantas, de la que su familia procede.

El barullo de gente  se presta a las confidencias, como el ruido de un mar que las sitúa a ambas en el anonimato de su oleaje.

-Mi familia vino de un pueblo pequeño del sur.

-Conozco la China que tú, afortunadamente, no has conocido. La de hace muchos años. Viví entonces allí. He viajado después algunas veces luego.

-Entonces era horrible. La hambruna…Mi familia…mis padres.

El Sol también tiene una cara oculta.

No fueron víctimas de una catástrofe natural, de fatales e involuntarios errores ni de una guerra. Lo fueron de las inapelables medidas del Partido dirigido por un Líder deificado: Mao Tse-tung.

Li habla sin miedo ni reparos, como se narra una pesadilla ajena. Quien vive la pesadilla es su interlocutora. La muchachita china continúa tranquilamente, y el espanto que relata, y que resbala por su rostro como agua por una piedra pulida, en ella, afortunadamente, no deja trazos, viene a hundirse en las cicatrices de la que la escucha y ha escrito sobre ello, la que, sin quererlo, se ha pasado la vida escribiendo sobre ello. Porque hay certidumbres que cuando se ven y se saben entran en la propia existencia y no salen jamás de ella.

Pero Li es feliz, se nota, están a salvo ella y su familia. Por eso puede zambullirse en la peor pesadilla, la que vivieron sus padres, sus abuelos.

-La hambruna. Cuando se intercambiaban los bebés para no comerse cada familia el propio. En el pueblo de mis padres. Muy horrible.

– Lo sé. En esa hambruna hubo al menos treinta millones de muertos.

-Más.

-Sí. Hubo otras, y murieron más millones.

-Es que, ¿sabes?, en China no se puede saber todo eso. No se dice, no está en la Educación, ni en los libros. Aquí, en España, es posible leer todo. Allí no.

La imagen del cuadro de Goya “Saturno devorando a sus hijos”· salta recurrente al cerebro de la que escucha a Li y compensa el espanto con la alegría de ver a esta muchachita china sana, contenta, con toda la vida por delante.

-Mi padre se vino primero, sabía un oficio. Luego mi madre, con la reagrupación familiar Tuvieron más hijos. Antes en China no se podía. Ahora tengo hermanos.

Quedamos en charlar otro día. Vienen clientes que piden colores y tallas.

Recorro hasta los lavabos y la salida la planta de los almacenes en un estado de nubosa ausencia, separada de los otros por algo más lejano que años luz, porque vuelvo del fondo del más negro de los mares, de lo que es aún hoy presente y no recuerdo. Aquí, en Europa, España 2023, aún se alaba al comunismo, aún se transita por una cárcel mental absolutamente impostada, y ficticia de Buenos y Malos, en la que viven cómodamente los parásitos de la más falsa y letal de las dualidades que les otorga carnet social de buenos. Y nada importa, nada le importa a nadie el inmenso saldo de millones de muertos, el peso abrumador de la evidencia, mientras ellos borran frenéticamente la Historia y se pavonean en galas, pantallas, columnas de periódicos.

En los escenarios, en los platós de tv y en los variados espectáculos podrían recitar a Hamlet, utilizando para ello uno de los millares de cráneos que se apilan en Camboya en recuerdo del genocidio comunista de buena parte de la población. Tendrían material donde escoger, todas las edades y tamaños, con la deseada igualdad de género que otorga la muerte. A éstos no pedirán sacarlos de la fosa los especialistas en vencer enemigos muertos.

Recuerdo, sé, recuerdo, consulté, vi, he sabido. Cada uno de los recolectores del peor árbol, el de la completa irresponsabilidad individual en los propios actos, cada uno de los que se nutren y han nutrido de la cosecha de las nueces totalitarias es responsable de haber ignorado esos muertos, esa destrucción de la libertad y de las almas, ese fango de grisura y esa gente devorando los hijos de otros en las hambrunas. Los cosecheros siguen en su afán, y no los ve nadie. La chinita es feliz, bendito sea. Ella sí.. Lo que dice sé que es verdad; he visto la cara del horror.

Saturno devorando a sus hijos.

Francisco de Goya.

Y atravieso los grandes almacenes, los modelos de ropa innumerables, las variadísimas comidas, salgo al amplio cielo exterior. Sin embargo Saturno por todas partes sigue devorando a sus hijos.

Pero….

Individuo versus tanque: Pekín, 1989. Cualquiera. Siempre.

Rosúa

10/23/22

Nuestra Inglaterra

Nuestra Inglaterra.

¿Se habrán dado cuenta los comentadores que se complacen en el mal momento por el que atraviesa Inglaterra, y lo utilizan para azuzar una especie de populismo patriotero barato, de que están yendo en contra de sus propios intereses, de los de sus países y de los de una Europa cuyos principios básicos son y han sido, bajo el oleaje ocasional de las circunstancias, los del Reino Unido?. ¿Advierten que ésta, precisamente, es la oportunidad de mostrar a una Gran Bretaña en momentos difíciles y enfrentada, frontal y fatalmente, al error del Brexit y a otros, el apoyo, la solidaridad y comprensión de los amigos? ¿Se hubiera producido tal error, que apenas gozó del voto afirmativo del cincuenta por ciento del escrutinio, de haber presentado otros países una opción clara y decidida de defensa de la libertad, de los derechos individuales y de afirmación de los sistemas democráticos frente a la rendición económica y moral a dictaduras y a partidos empeñados en la demolición del sistema de valores europeos y en la sumisión a potencias sin escrúpulos y a programas totalitarios?

El Big Ben, y el tiempo, no se han detenido.

Algunos medios de comunicación, y comentadores de supuesta inteligencia, se han embarcado en un maratón de mezquindad aprovechando la crisis al otro lado del Canal de la Mancha. Los buitres se están poniendo perdidos camisa y corbata a base de hundir pico y cuello en las heridas de Inglaterra. La anglofobia, nutrida de mal disimulada envidia, de sonrojo reprimido por la constatación, silenciada, de la mansa cobardía hispánica (que no es la única pero sí primus inter pares) y de la impotencia ante la indignidad diaria en el propio país, ha visto su oportunidad en los males que aquejan a la Albión pérfida y aletean alrededor de su cuerpo. Siempre puede rebuscarse en el baúl de los agravios. Si no hubiera  Gibraltar habría que inventarlo.

No es un buitre. Eros en Piccadilly

El regimiento de abuelos cebolleta sale frotándose las manos para rememorar el valor de los Tercios de Flandes, el Descubrimiento de América, Isabel la Católica, el Dos de Mayo. Desde entonces, a día a hoy, olvidan que Inglaterra ha creado y mantenido la mayor riqueza que en un país darse pueda: Ciudadanos, auténticos ciudadanos que se sienten partícipes y protegidos por un sistema de derechos y libertades, que conocen su Historia, que aprenden, hablan y valoran su lengua, que se unen en el respeto y la defensa de sus símbolos nacionales, sean bandera, patrimonio cultural o entierro de la Reina. Un país que ciudadanos de otros, por residencia ocasional, permanente o estancia breve han apreciado, además del de origen, como propio. Porque en ninguno se sintieron como individuos tan libres, seguros y respetados y tienen hacia él, además de agradecimiento, cariño y admiración.

Amigos y pub

A fin de cuentas, las actitudes de anglofobia son el recuelo del no menos resentido y mísero antiamericanismo, porque Estados Unidos tuvo iniciativas imperdonables, dando vidas de sodados y fondos de defensa y reconstrucción en Europa, defendiendo explícitamente Constitución y libertades y alcanzando una prosperidad que hace agolparse emigrantes en sus fronteras. Es mucho más placentero recostarse en la mayor dictadura que ha habido, la china, depender de sus mercancías, productos básicos y de sátrapas que controlan las espitas de petróleo y gas y negocian con vasallos locales y prohibir en suelo propio cualquier iniciativa industrial, energética, militar y alimentaria.

 

Monumento a los héroes de la Batalla de Inglaterra.

Los abuelos cebolleta del ilustre pasado hispánico no alcanzan a asomarse a la ventana, a ver que el mundo es ancho, que las libertades son frágiles, que el sistema que Europa alumbró y se ha extendido porque es el mejor, más próspero y garante de superior calidad de vida se halla en una crisis infinitamente más peligrosa que la actual del Gobierno inglés, que esa misma crisis, caos, confusión, nombramientos, dimisiones son sólo posibles en un gran sistema democrático, nunca en los infiernos tan defendidos, tan infiltrados, en realidad tan próximos, de teocracias fundamentalistas, de Partido Comunista único que controla, utilización espuria de la informática mediante, a toda una población, de aprendices de brujo a base del chantaje del átomo y de la fuerza, de regresiones al caciquismo de un Presidente al que nunca se votó en elecciones generales y que se ha enquistado en el  parlamento de un estado fallido europeo que se pretende democrático y no es sino un zurcido de tribus amantes del desguace de la nación y de la destrucción del Estado de Derecho.

Por las calle inglesas circula el aire, el sabor inconfundible de la real conciencia de ciudadanía. Saldrán delante; se lo merecen. Sobre los hispanos llueven disposiciones ante las cuales están siempre, por absurdas, estúpidas y perjudiciales que sean, indefensos, con la peor de las indefensiones que es la rendición previa,, la que ni siquiera se plantea lucha ni protesta alguna, segura en su fuero interno del poder del cacique y de la muralla intangible de anonimato, lejanía e irresponsabilidad personal instalada aprovechando el Covid y la imposición online. Exactamente lo opuesto a la actitud británica: Cuando atentados terroristas se llevaron  por delante vidas de ciudadanos los británicos siempre se unieron como uno solo en el apoyo al Gobierno y a su país y contra los asesinos. En España tras las muertes las manifestaciones no fueron contra los asesinos sino contra el Gobierno democrático. Los Tercios de Flandes tienen poco que hacer en un remedo de Parlamento poblado por defensores de terroristas, mafias especializadas en la rapiña victimista y amigos del caciquismo de reparto. Los Hernán Cortés y los Pizarro irían directamente al paro, o al frenopático, de encontrarse en un país que se ha convertido, por méritos propios, en una nación fallida que se avergüenza de nombre y bandera y en el cual está prohibido en los colegios enseñar en español. Al lado de esto la crisis inglesa, donde los primeros ministros ¡incluso dimiten! y los partidos de uno y otro signo se saben representantes de la nación, resulta de conmovedora insignificancia e incluso envidiable.

Siempre nos quedará Peter Pan.

En el extremo opuesto, sólo el peligro cercano y el valor, al principio solitario, de un Presidente y de unos hombres y mujeres, los ucranianos, decididos a resistir, a mantener la dignidad al precio de su vida, han logrado zarandear el cómodo edificio de la conveniencia, del tibio buen vivir burocrático, de la inercia globalista mientras paguen y proporcionen materias necesarias otros. Ha hecho falta ese soplo de aire a la casa de paja para dejar al descubierto algo que podría, en su desnudez, ser lo mejor de Europa, su oportunidad de rectificación, de unión, de progreso, una casa con las paredes sólidas de unos valores que defendió y defiende Inglaterra, a la que se necesita ahora más que nunca y que más que nunca ella necesita, los amigos de un hogar que es el suyo y que tienen también, como ella, grandes errores que reparar y mucho más, con nuevos compañeros, por defender, proyectar y construir.

Pero Nunca Jamás (Neverland) también está aquí.

Rosúa

Octubre de 2022

06/22/22

TRANSIBERIANAS. TAL VEZ TRANSEURASIA- Nuevo libro. Junio 2022

Transiberianas. Tal vez Transeurasia.
Junio de 2022

 

 

De Moscú a Vladivostok y mucho más allá, en el espac io, la Historia y el tiempo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

De un continente a otro.  Y al futuro que puede ser.

01/17/22

LAS CLIENTELAS SIN UTOPÍA. EL HOMBRE NUEVO ONLINE 2022.

https://www.elrincondecasandra.es/biografia-bibliografia/

LAS CLIENTELAS SIN UTOPÍA

Nadie es más que otro si no hace más que otro (Miguel de Cervantes).

El Hombre Nuevo Online.

Hubo un tiempo en el que los defensores de utopías, que resultaron encomiables o nefastas, comprometieron en su ideal tiempo, energía, vidas y haciendas. El final del siglo XX y lo que se lleva de siglo XXI viene caracterizándose  por la agresiva, peligrosa y ruinosa transformación de los luchadores utópicos en clientelas de confortables y tolerantes sistemas de bienestar. La mutación de la democracia en populismo les ha permitido incrustarse en el medio en formas de redes de parásitos que subsisten mediante la distribución de victimismo gregario y se imponen con el chantaje verbal y moral continuo difundido por la incesante lluvia de mensajes y por el pacto implícito con esferas de acumulación de bienes y de manejo de opinión, muy interesadas éstas en mantener el espectáculo antisistema y los coros y danzas de grupos identitarios y eternos agraviados. Las clientelas se saben rentables, disfrutan de audiencia y mejor vivir en proporción inversa a su rendimiento social y son, lógicamente, enemigas del individuo libre y de mérito, trabajo, capacidad e iniciativa. Necesitan, absolutamente, para nutrirse, parasitar y dominar, la imposición de la igualdad gregaria y la abolición de cualquier asomo de excelencia basada en cualidades objetivas, valía y esfuerzo personales. Se llena así el vacío político-social, creado por la desaparición, implosión, caducidad y forzada evidencia del fracaso de los regímenes totalitarios, de las dualidades Malos/Buenos que servían confortablemente de marchamo del club Progresistas/Reaccionarios, Izquierda/Derecha y demás letras escarlatas repartidas a conveniencia según el grado de acobardamiento y pasividad social.

Para salir corriendo (pobres clásicos). Florencia

Naturalmente esto tiene límites, marcados por la final carencia de recursos para alimentar a sectores cada vez más extensos e improductivos, pero ese final  puede darse a muy largo plazo y lo que se llamó estado de bienestar colapsar sólo en zonas más vulnerables por su propia rendición silenciosa a la invasión de las clientelas de la utopía del gratis total, de la diferenciación y de la queja. Aunque los defensores de la etnia semiacuática de Arroyoflaco o de los practicantes de la sexualidad con vegetales y el derecho a la regresión arbórea planteen las indemnizaciones que crean les corresponden por las eras de represión sufridas, es improbable que, llegado el momento, existan fondos suficientes para satisfacerlos.

 

El virus providencial

En el ataque a la conciencia del valor de la vida, individual y concreta, aquí y ahora, de cada ser humano confluyen en los nada felices años veinte del nuevo milenio enemigos de muy diverso signo y época, potenciado esto por un fenómeno epidémico y, a falta de estudio detenido, externo de globalización del miedo y aprovechamiento de la sumisión que carece de precedentes. Se superpuso a un claro esfuerzo preexistente de hacer desaparecer del centro de la atención y de la Historia al individuo libre, de vida limitada, irreemplazable, concreta, sustituido por una especie de antivitruvio, si pensamos en aquella imagen radial, que lo va desdibujando e impone en su lugar simulacros, nuevos dioses invisibles, abstractos, invulnerables, que prometen perfección a siglos vista, invocan mandamientos planetarios y que, mientras, van reemplazando a la humanidad por ganado, bueno para para el pasto, las marcadas tareas y los balidos que llenen de satisfacción a profetas entretenidos en la fabricación de robots.

Sin recurrir a grandes conjuras ni a cerebros maquiavélicos, de forma consciente o inconsciente (una no excluye la otra) nunca se había difundido con tal impunidad la exigencia de la supeditación de las personas, de cada una de ellas, de sus derechos,  bienestar, opciones, forma de vivir cada día, elecciones de felicidad o desdicha e incluso tiempo de esperanza vital a proyecciones utópicas externas coercitivas, imposiciones del sentir y del pensamiento, alabanzas del servilismo y la delación. Comenzó a hacerse con las ficciones duales a partir de la Lucha de Clases y demás credos de Buenos y Malos y demás sinónimos de una cómoda y eterna guerra Bien/Mal en la que cada humano pertenecía siempre a uno de los dos bloques por imperativo prácticamente zoológico. Se trataba de un  razonamiento de gran facilidad y mínimo esfuerzo intelectuales al que acompañan las consignas automáticas recuperadas por lo que se ha dado en llamar lenguaje políticamente correcto y es inseparable de la ofensiva contra el individuo. Son maneras de tergiversar y eludir el análisis de los actos concretos de individuos concretos con sus rasgos específicos, evolución, variaciones y responsabilidades. El salto cualitativo se dio en el siglo XX con los dos totalitarismos, el nazi y el comunista, que no en vano coinciden en su expansión y poder de dominio con la comunicación de masas. Ahí se afincó la dualidad aplicada pronto en beneficio del último, que ha continuado en su ocupación del espacio cultural y el marchamo de superioridad moral hasta hoy y que, aunque por su duración y efectos haya sido mucho más letal que el nazismo y conviva con la realidad de haber causado muchos más millones de muertos, no ha sido objeto de lógica reprobación.

El punto de inflexión se situó más tarde, cuando la dualidad real se desplazó a Parásitos y No Parásitos, es decir, cuando los que en tiempos corrían riesgos e invertían esfuerzos para materializar utopías pasaron a vivir a costa y en los estados de bienestar que denigraban, ejerciendo un chantaje de supuesta superioridad moral apoyada por todo tipo de plataformas culturales. Entró entonces en escena el aliado más poderoso de la sumisión; El miedo. El tercer gran salto. estado de shock incluido, se ha dado gracias a la inestimable ayuda de la mutación y extensión de un virus de la vieja conocida familia de la gripe con variantes por inesperadas más graves y alarmantes. El Covid permitió casi en horas veinticuatro ver cumplido el sueño de cualquier dictador con aspiraciones a totalitario, incluido cerrar durante meses Parlamentos, aislar en sus casas a poblaciones enteras y prohibirles y reglamentarles la comunicación, sustituyendo ésta, lo que ya es sueño húmedo, por simulacros telemáticos que se hizo creer avance perdurable de la técnica nacidos para quedarse y reemplazar a la libre sociedad.

La congelación social vino precedida de todo un despliegue de promoción mediática de consignas de sospechosa uniformidad, que coinciden en señalar al desdichado ciudadano  afanado en vivir a su manera lo mejor posible su fugaz hoy por hoy, culpable de existir y pretender pensar, hablar, disfrutar, comer, amar y desplazarse como mejor le parezca. Para esta ardua tarea de laminación de todos los individuos libres hay que trocear al enemigo, arrancar sus raíces y destruir sus fuentes de memoria. Por ello resulta particularmente útil la eliminación por franjas de edad, de los de más avanzada, que conviene hacer ver como elementos particularmente infectos, infectados, infecciosos y hacerlos salir a horas marcadas. El estigma ya está logrado, es irremediable confundir persona de riesgo con elemento contagioso. Los mayores resultan particularmente molestos porque son memoria viva, escépticos ante los nuevos profetas, poseedores de un acervo de conocimiento y experiencias que desmiente los fundamentos mismos de la nueva doctrina ajena a la humanidad concreta en sí, enemiga del saber, la tradición, la realidad palpable y el presente y necesitada de presentar a la juventud terreno que repoblar, horizonte de hombre nuevo, planetario y verde con reparto de juguetes deslumbrantes de nueva generación.

-¿Cómo logró usted que toda la gente del país lo siguiera en disposiciones tan tremendas, tan aberrantes?– se preguntó durante los juicios de Nuremberg a uno de los responsables de la  política nazi durante la segunda guerra mundial.

Muy fácil: Con el miedo. Si la gente  tiene miedo puedes hacer con ella lo que quieras.- respondió tranquilamente el oficial alemán interrogado.

Y era y sigue siendo cierto. Ha bastado en el siglo XXI el riesgo, no ya de muerte inmediata a manos de nuevos nazis ni ola de Peste Negra espectacular sin remedio, esperanza de conocimiento del origen ni posibilidad alguna de cura, sino de una variante viral de la de la gripe, un virus que lleva y llevará millones de años cohabitando con otras formas de vida en el planeta, para que se instale, de norte a sur y de este a oeste, un general ambiente de agresividad respecto al prójimo como enemigo potencial, una floración de comisarios vocacionales deseosos de denunciar, al más puro estilo de las dictaduras comunistas, a sus vecinos, y una plaga profundamente negra de sumisión al cacique y de renuncia a la libertad, el juicio crítico y los derechos del individuo.

La advertencia sobre los gravísimos riesgos sociales de enfocar la situación como una nueva peste que, terror generalizado y extendido mediante, convierte a cualquiera potencialmente en sospechoso e indeseable y da todo el poder a gobernantes sin escrúpulos, totalitarios y mafias y hace de sociedades e individuos libres sus primeras víctimas ha brillado por su total ausencia. Nunca en plagas anteriores se había sembrado, y utilizado, el miedo a nivel planetario de tal forma, ni se han hallado los ciudadanos en un estado de indefensión, control y desconcierto semejantes frente a las disposiciones de fuentes invisibles, repentinas, indiscutibles y variables que condicionan absolutamente sus vidas nada menos que bajo peligro de muerte.

Lejos de acompañar, de manera simultánea a las disposiciones oficiales, la información adecuada y mesurada sobre la naturaleza del agente patógeno, la inevitable recurrencia del fenómeno y las medidas, (vacunas e higiene) para abordar tales problemas, se han utilizado y extendido el pánico, la histeria, las opciones imposibles, véase el encierro indefinido, y con ello un dominio tan absoluto de las poblaciones como jamás se había logrado en regímenes totalitarios ni se ha alcanzado hasta el día de hoy con el comunismo en China, Cuba, Corea del Norte y aprendices mientras se está ensayando con el populismo étnico, nacionalista, sexista, etc. estilo siglo XXI. No es detalle menor que la más vasta dictadura actual de este tipo, China, ya no se denomine en la prensa occidental dictadura ni comunista sino que haya pasado a ser autocracia. Las palabras no son inocentes, ni lo es que escaseen los comentarios sobre la cuna del Covid y la imposibilidad de investigar su origen. Casualidad sin duda el rechazo a denominar una variante del virus por la letra griega xi, a la que sigue en el alfabeto heleno la o, ómicron La xi se asemeja a la inicial del nombre de Presidente del imperio asiático que siempre se vio a sí mismo como del Medio, hoy en plena expansión hacia los extremos, al que ha vendido Europa, a cambio de la inundación de mercancías todo a cien, la expectativa comercial y la compra de deuda, su dignidad y su independencia.

A pesar de la Peste Negra. Duomo. Florencia.

El volumen del miedo y disposición a la servidumbre, circulando a pleno galope por la red de comunicaciones moderna, y la parálisis y confinamiento de los países afectados no significan que la epidemia del Covid haya sido ni mucho menos el fenómeno más letal y la mayor ola de seguidismo irracional de masas que se recuerda: En el siglo XX la Primera Guerra Mundial desató una masacre colectiva absurda excepto por los intereses que la aprovecharon y dejó países en principio civilizados cubiertos de cadáveres rajados por bayonetas, gaseados, comidos por los parásitos, el frío y el lodo. La mal llamada gripe española no se quedó atrás, la tuberculosis, hasta el descubrimiento de los antibióticos, segó millares de vidas mientras las vacunas y la simple higiene han salvado innumerables; y las doctrinas totalitarias tienen en su haber millones de muertos, sin que los hombres civilizados hayan decidido rechazar, combatir las causas ni denunciar crímenes, estupidez ni fanatismo.

 

La mercancía del miedo

Lo pintaron, pero no se rindieron al miedo. Caravaggio. Florencia

La capacidad mercantil del miedo no es, ciertamente, nueva. El miedo vende, como bien sabe el periodismo. No se compra un periódico lleno de buenas noticias, pero, aliado con las técnicas de comunicación, esa mercancía vende mucho más, su rentabilidad se multiplica exponencialmente. La pandemia desciende sobre poblaciones que invierten gran parte de su dinero y atención en el estado y la apariencia física, en dietas, belleza, mimo del cuerpo y ropa de marca. Dios está aquí y se lleva puesto. Los enemigos del aspecto saludable son doblemente enemigos y los testigos visibles del deterioro de la enfermedad  o la vejez deben ser ocultados o mantenidos a la mayor distancia.  La confusión y los gobiernos de caciques han permitido además con la pandemia la floración de múltiples negocios, grandes ingresos, mafias, fraudes, estafas, cohechos y la constatación de que objetos de fácil fabricación y escaso coste, como mascarillas o desinfectantes, no se hallaran en el mercado y hubiera que importarlos de otros países. Como China.

Muy mayor negocio  ha sido, es y pretende ser la absoluta y fulgurante  imposición online, para gran alegría de empresas del ramo, programadores y comisionistas estatales o privados y con carencia absoluta de críticos, porque ¿quién se atrevería a pasar por desfasado reaccionario que añora épocas de atraso y es incapaz de apreciar los milagros de los nuevos tiempos?, ¿y las cuantiosas ayudas económicas que para ello la generosidad de los gestores universales le ofrecen?

El paso del miedo al pánico se mide por la percepción del agente de la pandemia como una especie de diminuta bestia rabiosa suelta que transmite su veneno fatal por la respiración y vapores de cualquier prójimo. Esto se traduce en la indefensión y desconcierto totales e inevitables. La racionalidad ofrece panoramas más templados  y desde luego mucho más lógicos y prácticos. Véase la visión de la vida como el micromundo de seres unicelulares, bacilos, virus, bacterias, microbios, que coexiste desde siempre, y por siempre, con otras formas, el macromundo, en el que se sitúa la especie humana, con interacción y reacción variable de ambos entre sí, en formas tan distintas como el bacilo de Koch, responsable de la tuberculosis, o las bacterias indispensables para la existencia del hombre a las que se debe, por ejemplo, la fermentación.

El Covid ha sido una pandemia de terror global porque había medios para ello. Era un miedo difundido y renovado en cada disposición, dato y día, acompañado por la indefensión completa, puesto que se inserta en un elemento absolutamente nuevo en el planeta: El sistema de comunicaciones informático. Y éste, que en principio debería haber actuado sólo como factor de apoyo positivo, ha multiplicado exponencialmente los daños sociales y políticos del Covid a causa de la gestión y porque se inserta en poblaciones que, previamente, se hallan en la situación de dependencia, no más peligrosa pero sí mayor, que la humanidad ha vivido jamás con el advenimiento de la telemática, que, al tiempo que sus indudables beneficios, tiene un lado oscuro: Su utilización de forma particularmente espuria y totalitaria.

 

El gran timo online

Moisés recibiendo los Mandamientos (sin online.). Florencia.

De repente, y con voluntad de permanencia, se ha privado al común de los ciudadanos de la atención directa, so pretextos profilácticos que no corresponden sino a un abuso permanente de las circunstancias, de la confusión y de ese excelente cómplice de todas las vilezas que es el temor. Robots, cintas grabadas, mensajes de correo sin posibilidad de respuesta, llamadas a números de teléfono que no responden jamás, soberbia, prepotencia y falsos pretextos de ocupación desbordada, desprecio del infeliz que intenta obtener la antes eficaz y rápida atención médica y que se encuentra con citas a más de un mes vista, organismos en los que donde había seis empleados hay dos o uno visiblemente inactivo pero que exige cita previa, fechas para vacunas de la vulgar gripe que se dan con más de treinta días vista so pretexto de agenda de enfermería completa y que cuando el citado al fin acude comprueba que es el único representante de la supuesta apretada agenda, desdichados que piden recetas de medicamentos necesarios y se encuentran con una especie de antidisturbios bloqueando la puerta y al habitual y conocido empleado transformado en furibundo cancerbero, organismos oficiales que funcionan visiblemente a ínfimo rendimiento, sospechosa unanimidad en las alabanzas al online y en el crudo hecho de que en absoluto reemplaza a la atención presencial, que se aprovecha y se quiere aprovechar para una amputación brutal de servicios y una segregación de la población y, que, en cambio, ha anulado la responsabilidad individual, no hay recurso posible ni respuesta y que jamás el individuo ha estado a tal punto indefenso ante la dictadura de dictadores invisibles.

La pesadilla burocrática, véanse los viajes y aeropuertos, a golpe de documentos noreply de inatacable estupidez binaria, el manifiesto desprecio e imposición a las personas concretas favorecen reacciones inútiles y negativas de rechazo a vacunas y a medidas aconsejables porque se produce un efecto de válvula de escape ajeno a la lógica y producto de la imposibilidad de control, de la impotencia ante la manipulación de la existencia cotidiana dispuesta por gobiernos ávidos de recibir dádivas y alabanzas de los señores que rigen y dosifican energía, autómatas y datos. Mientras, en las calles intentan conseguir empleos  y alimentos miles de seres humanos en paro que ofrecerían los necesarios atención y servicios, a los que se suman olas de emigración nada telemática. En la práctica, los ruidosos grupos antisistema son extremadamente útiles porque canalizan la atención, rechazo y reprobación de la opinión pública, que ve en ellos defensores del contagio y desahoga el volumen de agresividad y frustración acumuladas.

La maniobra de manipulación y sumisión de masas goza sobre todo de la mayor impunidad, está blindada ante el más mínimo ataque porque toda crítica y análisis de la opresión que ha provocado automáticamente se deriva al vertedero de los vomitados por la historia, de los incapaces de adaptase a la era luminosa del Progreso y sus ineludibles avances que permiten posibilidades jamás soñadas. Y son, además, cambios absolutamente irreversibles.

 

La dictadura invisible

La realidad es que se ha impuesto, de la forma más antidemocrática posible, el online como sistema de comunicación exclusivo, aunque no sea sino un recurso más que debía adaptarse a las necesidades y servicio de ciudadanos. Con una mezcla de papanatismo provinciano y afán de captar subvenciones basadas en la mutación telemática, se ha dejado a millones de personas en estado de necesidad y carencia, impotentes y atemorizadas, amordazadas además física y psicológicamente por la vergüenza de ser tachadas de incapaces de adaptarse a los nuevos tiempos y de ser torpes rémoras del progreso. Son por millares víctimas de un robo legal y cotidiano que ni siquiera pueden denunciar. Se hace en silencio e incluso con sonrisas. Coexiste el tratamiento online de apestados con las campañas de los bancos, pródigas en anuncios y carteles con sonrisas y ofertas de cariñosa atención simultáneas de unas directivas dignas de los lazaretos medievales para rechazar al usuario, limitar su entrada, blindar el recinto, reducir a mínimo horario y servicios, eliminar empleados y oficinas- Todo esto en un sector, el bancario, cuyos trabajadores gozan de un horario reducido de verano de seis meses amén de diversas ventajas fuera del alcance del común de los mortales.

Peor que el Infierno: El de la estupidez. Florencia.

El individuo sobra. Hay respecto a la población franjas de él más eliminables o despreciables que otras, las de mayor edad, y esto es bienvenido por las clientelas de la grey victimista de nómina y por los caciques, y el Cacique. Les hace sitio y, con su presumible pronta desaparición, minimiza gastos de mantenimiento. Clanes y clientelas de nómina imperan. Ahora bien, el canon del mínimo común denominador intelectual tiene sus límites por mucho que se lleve haciendo un intento tras otro de eliminar todo saber, conocimiento y humanismo de los estudios y se prohíban la reflexión y la memoria. Como ocurre con la economía, la resistencia de materiales no es infinita y hay un derrumbamiento final del país famélico, carente de recursos materiales y humanos. Pero hasta que se alcance ese límite del canon de la estulticia y mediocridad como norma puede transcurrir bastante tiempo y mientas hay espacio clientelar para algunas generaciones que disfrutarán de todo tipo de juguetes tecnológicos.

Excepto de la libertad y la cuota de incertidumbre e irremediables sentimientos de soledad y tristeza inherentes a lo humano, y de la felicidad de no deber lo que se obtiene sino a sí mismo.

Infierno: El más indiferente. Florencia,.

 

Tiempos de genocidios light

El genocidio light, que tiene la bandera verde, de un verde un tanto lívido porque el reverso de los inacabables bosques del planeta futuro es la deseable desaparición del idílico y sano panorama de cuantos no cuadran en la perfección juvenil y deportiva, ha encontrado su grande y segunda oportunidad, después de los programas de eliminación física y los burdos intentos totalitarios del siglo XX: Sobran cuantos no vean números diminutos en pantallas diminutas, sobran los que no tabletean con agilidad en pantallas, sobra el que no ofrece la feliz imagen de dar corriendo vueltas a la manzana provisto de zapatillas de marca, está de más el de lectura y dicción de online precarias, por no hablar del osado y por fortuna raro contestatario que se atreve a dudar de la deslumbrante bondad y acierto del sistema. Molesta además especialmente por densidad comparativa, por la constatación de que posee autonomía de pensamiento y un almacén personal de saberes de los que al veloz interlocutor se le ha privado por abolición de estudios y del concepto de superioridad y excelencia de los conocimientos.

  • El indeseable ciudadano que ha perdido el look de la juventud es expulsado de cada metro de reciente asfalto con el que se impide el paso del transporte con el fin de construir en ciudades grises desiertos parameros e inmensas aceras innecesarias donde antes había seguridad, tráfico, posibilidad de desplazarse y animación urbana. Porque la ciudad, con su plural oferta y animación, es la libertad. La epidemia ha dado su oportunidad de oro a la ola de desprecio, hostilidad y eliminación de percepción y contacto con la que se trata a los mayores. Existen muchas formas de exterminio, en pequeñas dosis, maquilladas por campañas de solicitud gregaria oficiales. La  eutanasia, en tal contexto, será muy bienvenida, los suicidios difuminados en el hastío del abandono y el rechazo. Hay que hacer a los que no dan la imagen del Hombre Nuevo online la vida tan incómoda como sea posible, atizar la segregación, sacralizar al espécimen joven del nuevo mundo telemático regado de alabanzas y subvenciones. En el viejo se ve la imagen lamentable de lo que se llegará a ser, de lo que la propaganda de la juventud impecable, eterna y sin memoria niega. Toda agresividad, desdén, omisión son pocas, como saben muy bien las oficinas bancarias, los servicios públicos, las entidades y recepcionistas de servicios médicos. Los dioses Futuro, Online, Planeta Verde, Porvenir Climático exigen sacrificios, la pandemia providencial ha acudido en su ayuda, el Hombre Nuevo carente de pasado y de recuerdo se multiplica en los jóvenes.

Antes de que el comando igualdad de género lo destroce. David, de Miguel Ángel. Florencia.

A éstos la dictadura invisible les ofrece y ofrecerá compañía garantizada y gratificación instantánea. A ningún régimen totalitario le faltaron juventudes fanatizadas. El más torpe de los dictadores sabe acomodarse y sacar partido de ellos. Mayormente en un país colgado, como probeta de experimentos mal conseguidos, al extremo occidental de Europa y que es en ella la nación fallida, débil, irrelevante y patética, única que rechaza nombre, símbolos, lengua propia, historia y bandera, envidiosa con razón de su vecina Francia, defensora de su falsa Leyenda Negra, miembro mendicante de la U.E y que tiene como presidente un maniquí huero al que nadie votó en elecciones generales y que se apoya en el desecho de terroristas reciclados y en clientelas ansiosas de desguazar el país. La dictadura invisible online no admite reclamaciones, es blindada, abstracta, anónima  e invulnerable. El cacique presidencial es el mascarón de proa de las clientelas parasitas tras el que se apiña, con aplausos, la tropa tragaperras, que tintinea consignas -a -o cada vez que se introduce en sus ranuras el sueldo.

El maniquí modelo Hombre Nuevo cuenta con  tres amigos: la Trinidad: Planeta, Futuro y Progreso a la que se suma el caprichoso dios Climático, que garantiza la irresponsabilidad del Líder y su distanciamiento de cuanto pertenezca a lo presente, inmediato y comprobable. No hay culto más cómodo ni dioses más inapelables. A más vacío personal y mayor capacidad de fraude y flatulencia ideológica mayor devoción espectacular por cuanto se sitúe a siglos, milenios, millones de años vista. El parásito se sabe en ese terreno libre de dar explicaciones a críticos y adversarios y dueño de repartir a sus fieles huestes larguezas. Planes, proclamas, promesas, expolio de bienes y derechos, leyes y normas diarias y abundantes, disposiciones arbitrarias y contradictorias, invocaciones, prohibiciones, sacrificios, todo se justifica en el ara del dios Futuro, del dios Planeta, del dios Progreso, del sagrado Cambio Climático. No hay medio ni posibilidad alguna de comprobar cuanto el Líder proclama, de acomodar sus disposiciones al presente, de introducir en la escena del hoy y el ahora al ciudadano y su breve vida. Ninguno de tales dioses existe como tal y su misma entelequia los protege y da a los líderes invisibles y a sus representantes patente de corso para hacer y disponer cuanto quisieren, desparece el presente, lo único real y cierto, para ser sustituido por imágenes virtuales futuribles y profetas que evangelizan, en un rasgo de conmiseración, a los torpes mortales apegados al disfrute de los bienes y alimentos terrestres de su día a día.

La pasividad de poblaciones narcotizadas por la difusión del miedo no impide, sin embargo, la percepción del esbozo de sociedad que se está intentando imponer: No es el mundo en el que se desearía vivir sino la antítesis del proyecto democrático que con tanto esfuerzo se había ido materializando, el de derechos y libertades individuales, valoración de la excelencia y el mérito, admiración por la belleza, la inteligencia, las obras sublimes de la investigación y del arte, los logros del trabajo y del esfuerzo.

Lo que apunta es el lado más oscuro del empleo de la ciencia, el menos democrático, en el que un abismo separará al individuo del común de una élite provista de contactos, fondos, tarjetas oro y express y equipos de asesores que resolverán para ella cuantas gestiones presente la vida diaria. Es una élite de físico y nacimientos seleccionados por especialistas en genética que les asegurarán la vida a la carta, la ausencia de defecto alguno y la previa eliminación de cuantos no consideren humanos, dignos de respirar ni de pertenecer a su núcleo dinástico. La élite planeará, sin mancharse, sobre el confuso enjambre de la plebe, lucirá, en el caso de que quiera reproducirse, bebés impecables y no tendrá jamás el menor problema de gestiones, pagos y suministros, no existirán para ella robots telefónicos, silencios, noreply ni esperas y, con sorpresa genuina, sabrá a veces de las angustias de cuantos habitan los tan lejanos mundos exteriores. Entonces verificará el móvil que lleva como un escapulario y lo considerará una transmisión defectuosa.

Naturalmente hay un olimpo, y en él profetas y gestores de felicidades virtuales disfrutan, además de de los bienes de este mundo antes de que lo cubra el uniforme tono verde, del mayor de los placeres: El dominio total, aquel que los dominados agradecen y alaban, pasada ya la línea de la crítica, la perplejidad, la rebelión y el sufrimiento e instalados en las tierras del olvido de lo que en el pasado fueron y sintieron.

La utopía recuperada

La sustitución de una forma de vida y un sistema razonablemente libres lleva camino de aprovechar las circunstancias para instalar de forma permanente un nuevo totalitarismo anónimo, una fusión, más que revival, del nazi y el comunista, con la dualidad masa/élite blindada por la aparente neutralidad de la ciencia y los inmensos avances y beneficios que ésta ha procurado. Esos mismos descubrimientos, la complejidad alcanzada, hacen el manejo de lo que concierne a su vida diaria ajeno e inaccesible para la mayor parte de la población, que debe remitirse a su uso y dar las gracias por el milagro de la comunicación y la información instantáneas. La toma de disposiciones sin la menor participación de los interesados, y contra su voluntad, beneficio e intereses ha introducido riesgos gravísimos de un tipo de dictadura y control telemáticos que exige la anulación de cualquier otro medio de expresión, representación y contacto. Se plantea pues una tarea nueva, por demás insólita: Recuperar la utopía.

La Belleza existe. Botticelli. Florencia

En este caso se trata, y sería la primera vez que tal fenómeno se produce en la Historia, no de luchar por una utopía inédita, sino de recuperar la más feliz forma de vivir que, sin rechazo de los progresos actuales y con plena conciencia de la historia reciente, reivindique sin complejos ni temores de exclusión, omisión ni ostracismo, las formas de relación personal y laboral que se intenta erradicar y sustituir por opciones mecánicas vacías de responsabilidad personal y de calidad humana. Se trata, en esta época gris, de la utopía de reemplazar la envidia y el odio a la excelencia por la abrumadora alegría ante la superioridad ajena, por la plataforma que ésta a todos ofrece de despegar de la angustia, mezquindad y de los males inevitables. Si, por poner un ejemplo, la ciudad italiana de Florencia fue capaz, en el siglo XIV, a pesar de la feroz Peste Negra de 1347, que mató a más de un tercio de la población, de alcanzar la cumbre de un arte que llamamos renacentista y edificar la maravilla del Duomo de Brunelleschi, grabar las puertas del Baptisterio de Ghiberti, pintar y esculpir los infinitos tesoros de la Galería de los Uffizi, de la Galería de la Academia, si lo hicieron Miguel Ángel, Botticelli, Leonardo, Fray Angelico, Rafael, Caravaggio, con el olor reciente de la muerte, el terror y la pérdida, es posible que poblaciones que han sufrido infinitamente menos salgan de su estupor, rechacen la sumisión y el miedo, afronten la vida y la posibilidad de crear y sentir, más allá.. Lo hicieron otros hace siglos, en condiciones y con existencias mucho más duras y breves, y  supieron, sin embargo, dejar para sus contemporáneos, para nosotros y para sí mismos, una porción de eternidad.

Rosúa

Madrid, enero de 2022.

 

 

 

 

09/13/21

La Rosa y la Torre. 11S 2001-2021

La rosa y la torre -Madrid, 11 de Septiembre de 2021

Sobre la mesa, fugaz, extemporánea, había una rosa,

 

Era el 11 de septiembre, la tarde volviendo a ver las imágenes, siempre recordadas, nunca olvidadas, del atentado terrorista, de la Torres Gemelas y los siguientes.. Una y otra vez descendían hasta el fondo del alma esas personas lanzándose al vacío, la masa de llamas, humo y metal que no les dejaba elección, los miles de asesinatos, el polvo, el terror y el desconcierto de la gente que corría dejando tras sí una masa negra, impenetrable, la nube descomunal de humo, casi sólida, como esas películas de bestias prehistóricas que avanzan por Nueva York, ciudad a la que en ese momento quise más que nunca, y querré como algo mío.

La angustia de hace veinte años no había menguado ni una gota, estaba simplemente depositada en la ira, la amargura y el desprecio hacia quienes, en la prensa occidental, ocuparon el espacio mediático, más que abominando de los asesinos preguntándose cómo reaccionaría el Gobierno estadounidense. El sabor de la vileza volvió a los labios. Porque ni ante asesinatos masivos de tal envergadura obviaron muchos la consigna de estar, fuera como fuese, contra Norteamérica.

Las imagen seguían resucitando algo que nunca estuvo, ni estará, muerto. Las torres implosionadas se hundían arrastrando en un infierno de metal candente a los miles de personas de imposible rescate, y caían sobre los bomberos que, sin apelar como los terroristas a ningún dios espantoso, intentaron salvar vidas.

Los medios han reproducido abundantemente, aunque con reparos por respeto, las imágenes atroces de los que saltaban al vacío, la solitaria y patética del que intentaba atraer atención agitando una tela blanca desde la ventana de una de las torres. Luego se aproximó la cámara, y se detuvo largo tiempo en aquella figuras que movía  sin cesar su tela blanca para atraer la atención sobre su existencia, sin saber, o sabiendo quizás, que nada ni nadie podía llegar hasta él. Continuó ondeando su pañuelo o camisa hasta que fue humo tras una agonía de pánico y desesperación. Seguirá siempre agitándolo en el interior de los ojos de los que lo hemos visto. Era como podíamos ser cada uno de nosotros. Y la repugnancia ante toda la cobardía que ha ido cubriendo con su marea fétida estos veinte años, las infinitas concesiones, silencios, retiradas, cegueras selectivas, ante la amenaza de brutalidad y muerte de los bárbaros y la cruda verdad de la firma en todas ellas del Islam sube hasta los labios, anega el pecho, llega hasta el piso muy alto donde alguien agita inútilmente un pañuelo blanco. Impide respirar.

Sobre la mesa está la rosa, un contrapunto de paz y rojo sangre, una señal absurda de que en el mismo mundo puedan existir las imágenes y los hechos terribles, repugnantes, de la mayor vileza y, a la vez, algo perfecto, diminuto , bello, silencioso, cuyas hojas caerán como esa gente que se precipitaba al vacío, como todo finalmente cae hacia la muerte.

Pero la rosa está ahí, estará siempre, en alguna parte, odiada por los mismos y los hijos de los mismos que no merecen verla, que la quemarían como la cara de sus mujeres sometidas a una esclavitud peor que apartheid y comercio de africanos alguno, una indignidad de la que nadie, por miedo, estupidez y cobardía, habla. Mientras se aprovechan de los trabajadores musulmanes en Alemania, en Cataluña , en tantos sitios, y permiten sin rebozo que esas hembras sean fardos arrastrados unos metros por detrás del propietario.

Con esa indignidad, tea a tea, llama a llama, centímetro a centímetro de retirada, todos los días, todos los años, ha tejido Occidente las dos últimas décadas. En nombre de la igualdad de culturas y el respeto a religiones asesinas. Y ha surgido y medrado la peor clase parásita que vive de sembrar el odio a Estados Unidos y a cuanto y quien la sobrepasa., rebozándose en y esparciendo la envidia, la peor ignorancia voluntaria y el rencor.

La amargura está ahí, y el hombre del pañuelo. Siempre. Pero también la rosa.

Rosúa

02/12/21

LOS DIOSES MALOS

Los dioses malos

Hombre-Reptil-Mesoamérica

En Madrid, febrero 2021.

Dios Murciélago-Mesoamérica.

Sorprendente sorpresa la manifestada en medios de comunicación (prácticamente todos), comentaristas, analistas y público ante el curioso grado de violencia, polarización, agresiones y ataques de todo tipo a la estructura y símbolos mismos de los países que se consideraban cuna y referencia del Estado de Derecho, la libertad y la prosperidad. La ebullición de una materia desconocida parece haber hecho saltar la tapadera en lo que se solía llamar Occidente: Europa y Estados Unidos. Simplemente afloran de forma simultánea, en diversos grados, la parroquia y cosecha de los dioses malos, que han venido predicando, en el silencio cómplice y medroso general, la destrucción del individuo, la de la justicia igual para todos y la eliminación de raíz de la creencia en el valor de cada ser humano. El individuo ya no es sujeto ni centro de política, filosofía, jurisdicción, pensamiento, y, por lo tanto, tampoco es responsable de sus actos, irreemplazable, libre ni único. Lo sustituyen conceptos ajenos a su valor personal y a sus obras. A este giro copernicano de la percepción, e imposición, social sirven, con ejemplar sumisión, las empresas mayoristas de distribución de tópicos. A ello se suman, sea países que se suponían en la órbita del cambio y que, sin embargo, parecen entregados a una violenta regresión, sea otros en el muy mal llamado mundo árabe, que hicieron un conato de huida hacia la modernidad y no se reponen de la caída tras el frustrado salto. Oriente entre tanto observa. Algunos conscientes del mejor vivir que les ha procurado la adopción de sistemas y principios que vinieron del oeste pero que tienen categoría universal. Otros enquistados en la gigantesca réplica del tradicional y déspota señor feudal, aquél que rebosa de mercancías y bienes, pretende modernidad pero que, en el fondo, no ignora que impera sobre vasallos, no sobre ciudadanos. La extrapolación, imposición y blindaje supremacista del poder informático han venido, además, a resultar herramienta de valor inapreciable para la implantación, acelerada en su curso, de la sociedad sin individuos, extraída de éstos la médula de su valor puesto que carentes de responsabilidad personal. La voluntaria ceguera occidental respecto a los derechos humanos, que se evita cuidadosamente mencionar mientras se aplaude la previsible renuncia a su defensa y el afable acomodo con la República (todas las dictaduras afirman serlo) Popular (título, junto con  Democrática, igualmente reivindicado por todo totalitarismo que se precie) China, es buena muestra de ello.

Olvidados y aplastados. China. Tien An Men 1989

Parroquia, diezmos y primicias.

Es hora, sin mayores subterfugios, de que la parroquia de clientelas del victimismo subvencionado, de la utopía a cargo del presupuesto reparta entre los que no lo merecen el botín de lo que nunca sus miembros se ganaron, y para ello necesitan destruir definitivamente al individuo, anularlo, aplastarlo, enmudecerlo, hacerlo desaparecer en fin como finalidad y referencia de lo que es genuinamente democrático, enterrarlo bajo un entramado de cubículos gregarios cuya existencia se justifica y prioriza, en un razonamiento que es pura animalidad. El sujeto pasa a ser un puñado de la masa anónima que se moldea a voluntad y se elige, según convenga, por rasgos colectivos, físicos, étnicos, biológicos, geográficos, ajenos a la personalidad, voluntad,, hechos, méritos y obras de cada persona en sí. La democracia  parlamentaria, que ni fue ni quería ser un dios pero sí es la mejor defensa contra las tiranías, el mejor espacio para los ciudadanos, ha sido sido sustituida por su remedo, una ficción chillona, inquisidora, totalitaria y amenazadora que es exactamente su polo opuesto y la más completa y blindada garantía de servidumbre. La lluvia de incongruencias y despropósitos es tal que no halla respuesta ni apenas se percibe. Pero no se trata simplemente de estupidez, error o incompetencia. Siempre hay beneficiarios activos y pasivos. Se nombra, alaba, concede el premio Nobel, condena o juzga en función del color de la epidermis, de la tribu urbana o provinciana de origen, de si se es transexual, homosexual, mujer o miembro de la secta que más votos prometa. El nombre y apellidos, la singladura vital, la identidad real no son sino aditamentos al icono ofrecido a las cámaras y cuyos atributos responden a los de una sociedad anónima.

La revolución de nómina. Aspirantes a clientela.
Madrid, 2011

 

El evangelio de los dioses malos

Naturalmente el alma misma que, con todas sus desviaciones y retrocesos, animaba a los sistemas occidentales, los Derechos Humanos, las ideas de superior categoría de la verdad, la libertad, la justicia y el respeto debido a las personas por ser tales, sin distinción positiva o negativa en función de rasgo alguno, no tienen cabida en el evangelio de los Dioses Malos, en el culto a la fragmentación, a la diferencia y a la confrontación, indispensable ésta para justificar el asalto al inmenso botín que representa el Estado en sí. Se trata de un evangelio antagónico a los valores gracias a los cuales se han construido con esfuerzo civilización, progreso y un bienestar superior al nunca logrado antes. El antagonismo revierte en el culto al mínimo común denominador en todos los sentidos presentado como igualdad, en la instalación ubicua de tipos de censura patentes, oficializados o, apenas, encubiertos, potenciados con una rapidez inesperada por la pandemia de 2020-2021, que ha ofrecido a grupos de poder y propaganda (valga la redundancia) y a aspirantes a tiranías sinobananeras la posibilidad de capitalizar el miedo, silencio, aislamiento y parálisis institucional y política en los que se encuentra sumida la población. Para que la ola parásita pudiera pisar en tan poco tiempo tan a fondo el acelerador de la instalación de una parodia siniestra de la democracia, para anular ciudadanía y Parlamento en renovadas e indefinidas horas  veinticuatro hacía falta una catástrofe súbita.

Exterior inquietante

El evangelio de los Dioses Malos es, lógicamente, futurista y totalitario, pero desdichadamente con un reino muy de este mundo. Su maqueta del preceptivo paraíso terrestre es un híbrido de comuna hindú vegana, animalista y beatífica regida, eso sí, por la casta de los nuevos gurús que, en la trastienda, se apoyan en dictaduras, ejércitos, policías, armamento y empresas tan concretos como los de los dos grandes países con vocación de imperio actuales: China y Rusia. Los coros y danzas de la felicidad continua exhiben la maqueta de su paraíso, inatacable porque se sitúa en épocas como mínimo a una o varias décadas vista, en el cual, con la propiedad privada, han desaparecido la libertad, autonomía y criterios individuales para dejar paso la más estúpida de las servidumbres. El gran lujo de los grandes ricos es precisamente ése: La exhibición de austeridad, la revelación mesiánica de la simplicidad suma y la comunión universal con vegetales, animales y con cuanto conglomerado de átomos se presente. Acompañadas de un desprecio olímpico por los bienes cotidianos de este mundo, desde el cafelito mañanero hasta el coche utilitario pasando por el sofá y salón propios y por esos objetos retrógrados llamados Parlamentos, periódicos, individuos que se desahogan insultando al Gobierno y que son felices, de vez en cuando, con unas cañas con los amigos o con un traje nuevo.

Los placeres prohibidos

 

 

 

 

 

 

Concentración de ascetas. La India.

El Satán tradicional era un pobre diablo en comparación con el apóstol resplandeciente que, junto con el resto de su club, descubre al ensimismado auditorio que pobreza es riqueza, unidad variedad, hambre salud, fatiga alegría, aburrimiento éxtasis, enfermedad experiencia, propiedad engaño, cuerpo banco de órganos.

El lujo del gran rico, ahíto de vulgares placeres terrenales y que revisa, con hastío, la extensión universal de sus empresas, es la gastada túnica versión chándal y el bosque, el ashram hindú, que no en vano aparece en el país de más férrea división en castas. Son bienvenidos el budismo new age y las imitaciones de cueva tibetana, pero guardándose muy bien de entrar en detalles, como que China invadió y ocupa el Tíbet, asesinó, encarceló, destrozó los templos y obligó a huir al Dalai Lama y a miles de personas.

El Dalai Lama durante su visita a España.

El Padrino oriental es tranquilo, afable y comprensivo, ofrece grandes ventajas a los que transiten por la Nueva Ruta de la Seda, pero cuando de dominio real se trata tiene bien aprendido el código siciliano y no admite que parroquia y clero cuestionen ni un milímetro su dominio estratégico e ideológico. El Padrino oriental, siguiendo la tradición, no se prodiga, es discreto y, como en el teatro de sombras, la ópera local y el kabuki, simplemente esboza, alude, señala una realidad que, ésa sí, es única, muy precisa, no contempla alternativas y deja claro que no existen salvación, episodios, argumento ni personajes otros que los marcados. Se trata de una planificación de gran envergadura que toma como escenario espacio-temporal los cinco continentes, a través de las vías estratégicas y comerciales en proyecto o en uso, y comprende este siglo y los venideros, fiel al mañana cantarín del comunismo clásico.

Asambles reciente del Gobierno y Partido Comunista Chino. (El Parlamento más zarrapastroso es prefererible. Esta foto fue tomada de una de las proyecciones en pantalla mostradas durante la conferencia sobre la Nueva Ruta de la Seda, en el American International Institute de Madrid, centro cultural estadounidense. En un ambiente de cordial visión y entendimiento  del Gobierno Chino.)

Demografía del Olimpo

En la cima de este Olimpo los Dioses Malos y su alto clero podrían encontrarse, sin saberlo, con otro colegio apostólico entregado como ellos a la suprema embriaguez: La de la Nada tras tener y haber tenido todo. Se trata del perfecto terrorista islámico. Ben Laden había poseído y gozado de cuanto puede ofrecer la vida a un príncipe árabe. Llegó entonces al punto en el que el lujo extremo es la voluntaria carencia, pero no en un solitario retiro, sino como activa doctrina que reciban y acaten los fieles. Descubrió el placer inigualable del abandono de las pasiones terrenales a cambio de una pasión mayor. Él, también, tenía una divinidad de referencia, no terrenal como los Doses Malos pero sí cómodamente abstracta, indiscutible, lejana: La anulación de lo existente, de las sucias sociedades de pensantes y variados individuos. La pureza letal es indispensable para el evangelio militante de la renuncia, el vacío y la nada, únicos que permiten, tras la gran limpieza de cuanto complace los sentidos y el intelecto, el establecimiento del mundo ideal según las naturales leyes, que comienzan por la radical selección física y mental de los seres humanos. Los Dioses Malos se sorprenderían de hallar en la colina de sus bienaventuranzas el rostro beatífico, la sonrisa  del líder que ya ha degustado la embriaguez de la soledad de altura, de élite perfecta, del desprecio a la turbia corriente de la vida.

A los Dioses Malos de Occidente los anima parecida soberbia, la de la humildad extrema, la del Sumo Sacerdote que renuncia a la cruz de oro y vestimenta que llevaron sus predecesores  no por sí mismos sino por razón del cargo, y que exhibe la cruz de plata y las zapatillas de fieltro proclamándose el más modesto de los modestos, digno de la simpatía fraternal de los que han alcanzado la cima del desdén por su propia riqueza y desprecian comodidad, apariencia y esos objetos propios del anhelo de los pobres. El Sumo Sacerdote predica la carencia de bienes de este mundo, en franco contraste con las genuinas caridad y humanidad cristianas de un dios que comía cordero y pan, bebía vino y animaba a ocuparse de los enfermos e inválidos. El público ideal de los Dioses Malos es otro, una Humanidad ya pasada por el filtro selectivo de la nada tierna Madre Naturaleza, seres jóvenes, vigorosos, resistentes, voluntariosos en el seguimiento de consignas, más dados al empleo de la energía en el deporte que en el cerebro, con buena imagen y sonrisa propia de la felicidad permanente. El Hombre Nuevo en fin, no tocado por alusión alguna a la enfermedad, la decadencia, la tristeza, la muerte Tampoco por los surcos de la reflexión ni por el peso de la memoria. Elástico, fresco y desdeñoso de la buena comida popular y del agua caliente pero admirador de todos los signos de jerarquía y dominio en los que el austero apóstol se complace. Réplica en fin del líder incombustible, a imagen y semejanza, en menor formato, de los nuevos dioses.

Paraíso VIP

Topografía del Olimpo

Finalmente es un evangelio que carece de originalidad pero no de muy material e inquietante estructura. De hecho, nunca, gracias al uso pervertido y monstruoso de la telemática, su poder había sido tanto. El reino que se pretende implantar en este mundo y cuyas consignas se escuchan en millones de canales y mensajes no es otro que el viejo comunismo remozado, el afán totalitario, el manual de fabricar en serie el Hombre Nuevo y ponerlo a disposición de los mandarines. El neocomunismo actual, todo sonrisas y verdor, tiene como música de fondo los aplausos del partido único Chino y las más toscas pero muy convincentes amenazas de las mafias rusas, de Moscú y de los controladores del paso de materias primas. Corresponde al temible empeño de destruir desde el interior, por franquicias interpuestas,  países e individuos libres, arrebatarles cuanto poseen y la idea misma de trabajar por ello, empujarlos a un redil donde disfruten, y agradezcan, la igualdad del pienso. Ahí reside la felicidad de los auténticos ricos: sobrevolar la grey, soldar sumisión y devoción en el vapor que a ellos les sirve de perfume, escuchar por doquier dos y dos son cinco, cosechar abrazos y sonrisas. Y gozar luego con su corte, una vez  revisados en múltiples pantallas los informes, de los bienes y placeres debidos a los líderes.

De la Comuna Celeste al Cielo.

Sin embargo la fractura entre los núcleos que imponen, sin asomo de consulta democrática, cambios radicales en el tipo vida y la indignación e inquietud que sienten aquéllos forzados a someterse a decisiones ajenas que repugnan al sentido común y a la profunda y legítima aspiración a la propia autonomía y al bienestar cotidiano, la negativa a sacrificarse en nombre de dioses en los que no creen, la oscura conciencia de opresión y fraude han alcanzado dimensiones y presiones propias de placas tectónicas. Y el magma no encuentra puntos de salida porque se les ha arrebatado la dignidad y la palabra, precisamente arrojándoles simulacros de comunicación infinita y de quimérico y perdurable reparto de beneficios que recibirán por la pantalla sin moverse del asiento o reclamarán en monólogos interminables con grabaciones telefónicas mientras en las calles se hacinan parados que podrían y querrían ofrecer mucho mejores y desde luego preferibles servicios directos físicos.

Ni moderno ni online

Los apóstoles online

Desde América hasta los confines de la desgajada y desgarrada Unión Europea, el hervor y explosiones consecuencia de la presión llevan gestándose mucho más de los diez años que suelen atribuírseles, aunque hayan saltado al primer plano recientemente y adquirido un pico de notoriedad con las últimas elecciones presidenciales norteamericanas y la permisiva y teatral, atrezzo lumpen incluido, toma del Capitolio. Es la perfecta ilustración, en trazos muy gruesos, de lo que se presenta como masa compuesta de los despreciables, zafios, atrasados, impresentables y malos, a los que no puede menos de personificar alguien como el Presidente saliente, que reunía esas cualidades y no dudaba en exhibirlas.

Las élites miméticas de la norteamericana, la beautiful people de Europa y aledaños, no han dudado, con conmovedora homogeneidad, en analizar y comentar cuanto sucedía recurriendo al instrumento del que llevan sirviéndose varias décadas y que han incrustado en la cultura, los mensajes y la conciencia popular. Se trata del chantaje dual, tan fácil como falso, servido por la reciente plantilla de dioses y evangelios, provistos de tópicos bienaventurados, de un bien remunerado sacerdocio y de una red de inquisiciones. Se han secuestrado lenguaje, medios de comunicación y a la expresión y gestación mismas del pensamiento en una especie de implante cerebral de autocensura mediante el cual grandes contingentes de población creen que se hallan en un mundo en el que prácticamente la especie humana se divide, y ha dividido desde la aurora de los tiempos, en Buenos/Malos,  Éstos deben identificarse -y ay del que automáticamente no lo haga- por una parte, en los primeros con el marchamo de izquierdas, progresistas, socialistas, comunistas, antifascistas, trabajadores,, feministas de género, inclusivos. centristas .dialogantes. En los segundos, abominables sin paliativos, las etiquetas fatales son  derechas, liberales, fascistas, capitalistas, burgueses, nazis, conservadores, propietarios, emprendedores, reaccionarios, machistas, extremistas, crispadores, racistas. En el caso de España, vergonzante donde los haya, en la que la visión política ciudadana se ha revelado incapaz de ir más allá de la comunidad de vecinos mal avenidos, es preceptivo añadir como Buenos nacionalidades, multicultural, identitario,  ancestral antifranquista (Nota Bene: post mortem), foral, diferencial. Los Malos gozan además en este caso de epítetos constantes: facha, centralista, franquista, nacional.

Las Tablets de la Ley

Los nuevos dioses se sitúan, en un espacio lo suficientemente alto, difuso e incontrolable como para servir a las proclamas de cualesquiera líder y élite que, en su nombre, culpabilice e imponga diezmos y vasallaje a la grey a la que él graciosamente favorece y salva. La franquicia oficial del mesías invoca a sus pares celestes. El Dios Planeta, el Dios Futuro, el Dios Clima, el Dios Energía Bondadosa, el Dios Medioambiente, el Dios Género y el Dios Victimas y Víctimos son perfectos para el perfecto totalitarismo anónimo. La utilización mercenaria del nuevo Olimpo, del socorrido santoral a siglos vista, ejerce exactamente el efecto contrario al que se proclama, impide medidas y estudios razonables, ceñidos a situaciones, lugares y seres concretos. No habrá dictador que no se deshaga en alabanzas a la nueva red de Burós Políticos Verdes, Dialogantes, Progresistas, Ambientalistas, Ecológicos, Inclusivos, Policéntricos y Multiculturales. Se trata, además, de dioses que resultan extremadamente adaptables en mantenimiento y sacrificios y que, como Futuro, el más cómodo de los dioses por cuanto inexistente, están exentos de críticas so condena de herejía.

Bueno y Malísimo (y feo).

El arma del  dualismo preceptivo es un instrumento de chantaje, continuo, social, cultural y, sobre todo, económico, puesto que significa llanamente la promoción e implantación de capas de parásitos exclusivos dueños y administradores de plataformas y sumisas audiencias, de las que extraen beneficios a escala de los Estados, lo cual rinde mucho más que corrupción alguna, gracias a la intimidación que su monopolio oficial supone y a la consiguiente extorsión ejercida contra los que sí producen, crean, valen. En suma, una sustitución del mundo real por el irreal de explotación a distancia. Un márketing de proporciones tan colosales se consigue con un dominio de los medios de comunicación abrumador, gracias a la feliz confluencia de la ola de clientelas parásitas de utopías subvencionadas (fenómeno históricamente nuevo) y el imperialismo informático. No se trata, ni mucho menos, de un simple fenómeno pasajero de manipulación semántica y demagogia. Su dimensión  se está revelando día a día, por la implosión de estructuras básicas de los países, por la inclusión en el índice de ideas prohibidas de los valores universales, por el abandono de la defensa y mención de éstos cara al exterior y por una regresión obvia y acelerada, ante la que las víctimas y afectados por la plaga parásita permanecen mudos, acobardados y desarmados a causa de la presión ambiente, de la necesidad de aceptación laboral y social, de la convicción de impotencia y por el franco temor, que se palpa incluso en las más informales conversaciones, de verse incluido en el bloque de los Malos, reaccionaros, fachas, derechistas y de ser objeto de rechazo, agresiones u ostracismo. En este sentido, se está viviendo la época de menor falta de libertad, literalmente, y mayor atentado contra la vida privada que se recuerda. Todo un logro.

Al desgajarlos de su contexto histórico para construir el mito dual, términos de muy real peligrosidad, como nazi, genocidio, totalitarismo se han banalizado y por lo tanto, al no existir delitos per se y responsables, criminales y crímenes, se ha abierto una tierra de nadie ética en la que puede acampar cualquiera y hacer y afirmar lo que le plazca mientras se cobije bajo una bandera y goce de audiencia suficiente. Hacia ese descampado se precipita un muy especial lumpen que se ve excluido y despreciado por la nueva e inalcanzable élite y que carece de formas de expresarlo, tanto más cuanto que el placebo del diluvio de mensajes es inversamente proporcional a la reflexión, el conocimiento y la significancia. El interesado mito dual ha producido también efectos nefastos en el polo demonizado de los Malos. Las víctimas de la nueva inquisición están lógicamente a la defensiva, no ven sino ataques en cualquier alabanza del sector público y se enquistan con frecuencia, sin análisis objetivo ni racionalidad algunos, en puntos ideológicos abstractos, pasionales y ajenos a la complejidad de las situaciones individuales reales y al valor de la solidaridad

 La plaga dual es pandémica, ha anegado múltiples países, pero ninguno es un ejemplo tan claro como España, porque en ella se ha llegado al evidente extremo de país fallido, lamentable zurcido de piezas y remiendos que prohíbe el uso de su propia lengua, se reparte entre clanes, abomina de su historia y es la única entre las que deberían ser sus pares que ya no merece el nombre de nación. Su caso ilustrará probablemente capítulos de estudios sociológicos por su especial explotación del mito dual a fuerza de recrear el fantasma de una pasada guerra civil de forma que sirva de perpetuo instrumento para mantener a la población bajo chantaje y monopolizar, con intención de eternidad, poder, control y economía .por parte de la clase parásita. Figurará en los manuales como ejemplo del paso de país a anécdota.

Revolucionarios esperando su momento. Madrid 2011

 

El Antiguo Testamento

La extrapolación de vocablos que sólo son válidos referidos a épocas y situaciones concretas y únicamente pueden ser utilizados en estudios históricos y sociológicos no es, finalmente, sino una de las facetas de un fenómeno de mucha mayor envergadura que puede, y está de hecho logrando, sumir en la indefensión a millones de personas. El obligatorio dualismo tiene una semilla, de considerable tamaño por sus efectos aunque relativamente reciente, que se ha utilizado para explicar nada menos que la totalidad de la Historia desde que el homínido bajó del árbol. El dogma de la Lucha de Clases, que trata con apariencia científica y definitiva cualquier faceta humana, reduce en realidad a los sujetos a rebaño, a categoría animal cuyos miembros nacen, viven, se reproducen y mueren definidos por una especie de genética semejante en cada uno a la de los demás de su grupo, homogéneo éste en comportamientos y rasgos con variaciones puramente zoológicas. Establece un dios colectivo e inmutable llamado Trabajadores que ignora la evidencia y el presente y sacrifica vidas y haciendas al Dios Futuro. Desgajado de circunstancias concretas, de análisis, el dogma es simplemente falso, y su énfasis en su igualitarismo enfermizo delata de por sí la pobreza del razonamiento, su agresividad en la imposición da idea de la carencia de base real. Se trata de una construcción en la que desaparece el individuo como sujeto, y con él  cuanto lo protegía, las leyes iguales para todos, la  pluralidad de las formas de expresión, la búsqueda independiente por parte de cada cual de la existencia que considere más dichosa.

Los viajes perdidos

Su mutación actual, del siglo XX al XXI, consiste en dominar órganos de propaganda, alimentar continuamente variables de rencor victimista, disponer de vastísimas clientelas dependientes en lo material, cultural y laboral de satrapías anónimas que les reparten lo que ellos ni se merecen ni se han ganado por sí mismos y reservar para la nueva e inalcanzable élite lo mejor de lo anteriormente producido. Poco importan los cuerpos, en este contexto. Es mucho más útil el dominio, desde el interior, de los comportamientos dirigidos por la diaria ración de consignas disfrazadas de ideario preceptivo que tiene un mandamiento cardinal: No percibir la realidad, los actos concretos realizados por personas concretas, es decir, lograr la desaparición de la responsabilidad individual, la desaparición del planeta auténtico, que es el cotidiano, y su sustitución por construcciones virtuales, eternas y universales. Éstas son al mismo tiempo transitorias, puesto que cada una reemplaza impunemente a la anterior sin posibilidad de réplica ni aun de recuerdo, porque  memoria y conocimiento han quedado abolidos y su frágil, limitado y manipulado espacio es el de una pantalla cambiante que carece de reservas propias gracias a la destrucción de los fundamentos del saber por obra de Reformas Educativas diseñadas para ello, y que no por azar son acérrimas enemigas de Humanidades, Historia, Estudios Clásicos, Arte y de cualquier acto y persona que muestren grandeza o que hayan sido guiados por caridad, desprendimiento, heroísmo, honradez y excelencia.

El saber sí ocupa lugar

El limitado espacio de la percepción y la memoria es ajeno a la omnipotencia cognitiva que parece ofrecer la lluvia de comunicación. Lo que está ocupado por Me Too, por normas sobre el color rosa,  por la felicidad sin propiedad y el eterno San Valentín prometidos por China y la vasta mafia oficial rusa no deja oportunidad ni lugar para hablar de los millones de muertos, de sus campos de concentración y de sus presos. Ni tampoco hay sitio para la mayor discriminación que ha existido y existe: La de las mujeres en el Islam, véase la teocracia iraní.

La máscara de hierro islámica

 

 

 

El ser humano aquí y ahora, irreemplazable, de vida corta y derecho durante ella a buscar su propio camino, es objeto del mayo desprecio e impune agresión por  parte de los nuevos dioses. Su mayor enemigo es la mesnada de Hombres Nuevos diseñados por los subalternos del olimpo, de cerebros y rostros lisos y sonrientes y mirada fija en el futuro luminoso mientras ignoran y pisotean a los hombres reales.

Naturalmente, en tan idílico panorama a la memoria y la evidencia las sustituye el relato, una construcción momentánea de los hechos presentes y pasados sobre la cual es fácil colocar al dios Futuro, y cambiar su apariencia según conveniencia del momento, de forma semejante a cómo se cambian los canales en pantalla. El evangelio relato pasa a ocupar el espacio de cuanto era conocimiento, análisis, historia; en él Europa desaparece y se amputan sin rebozo desde la cátedra y el discurso sus raíces, muy presentes y profundas, del Derecho Romano, la cultura clásica grecolatina, el cristianismo. Libertad, individuo y Derechos Humanos desaparecen por el sumidero junto con la necesidad de correr riesgos por ellos y defenderlos. Tal defensa no tiene sentido en un espacio que ya no se considera heredero de nada, de nadie ni de civilización alguna puesto que se ha reducido a un flotante y variable archipiélago de entidades diversas prestas a acomodarse a cualquier vencedor medianamente seguro de sí. El empeño de unión  europea, los ideales del siglo XX,  son presentados como vías muertas ocupadas por burocracias distantes y enfrentamientos patentes o larvados, mientras el decepcionado vulgo, ya maduro para la sumisión por el antiamericanismo que lleva escuchando desde hace décadas aunque los gastos de su libertad, defensa y buen vivir hayan corrido a cargo de Estados Unidos, está presto a rendir vasallaje al decidido y abrumador poder del totalitarismo de los nuevos amos. El relato occidental sólo admite pequeñas europas incapaces de sentimiento común, pasión ni nervio alguno

La limitación de espacio no atañe ni mucho menos tan sólo al cerebral y psicológico. Tiene otra faceta de paralela envergadura: La material, la económica, la distribución de un muy definido presupuesto, de medios y partidas que se miden en números y que si no van a un sector van a otro, sumas que las parroquias de los dioses malos se disputan con uñas y dientes, con tanto mayor ferocidad bajo la fina capa de angelismo cuanto que los beneficiarios son conversos cuyo exclusivo mérito es el control de la comunicación, la propaganda y la repetición de consignas de amor, paz y felicidad planetarias, multiculturales, verdes y eternas.

Ambos espacios, el cognitivo y el material y económico, están ligados como nunca en siglos pasados había ocurrido, porque se ha impuesto, técnica y puñado de monopolios comunicativos mediante, a una cantidad abrumadora de habitantes del planeta una realidad virtual, un deber ser venido de las alturas y predicado desde Sinaíes inalcanzables por Moiseses de sociedades anónimas. La relación entre las sucesivas cruzadas y la evidencia observable es nula, el uso espurio de la informática obvio, la ciencia está secuestrada mientras los fondos van a subvencionar cruzados y comisarios de las sectas. La élite del bien remunerado evangelio está lejos de ser el jardín temático de millonarios aburridos que juegan a la manipulación utópica. Es el envés indispensable de formas de explotación y dominio muy de este lugar y tiempos y de un plan sin libertad alguna para los siglos venideros.

De sacrificios, timos y callejeros del Paraíso

Los dioses tienen, generalmente, en las mitologías su contrapartida femenina. Futuro no puede ser menos y a su palio acompaña estrechamente Modernidad, en cuyo nombre dictadores y franquicias pueden imponer cualquier cosa, planear en un espacio etéreo ajeno a la menor crítica y cambiar, Tablets de la Ley en mano, sin asomo de consulta democrática, la vida cotidiana de millones de seres. Para mayor poder, riqueza y gloria del nuevo Olimpo, cuyo clero se caracteriza por un tipo de estupidez original, nueva y telemática mezcla de suficiencia, desprecio por el vulgo, ambición y prepotencia que ocupan en ellos el espacio de la memoria, la experiencia y la inteligencia. Naturalmente, por beatífica y desligada de los bienes de este bajo mundo y de sus torpes habitantes que la nueva religión pueda parecer, los dioses malos amén de obediencia y diezmos, necesitan sacrificios, humanos incluso, porque el miedo es, por mucho que se lo vista de austeridad de diseño, garantía de sumisión. Conviene incrustar, tatuar bien en las conciencias que sus pequeñas vidas son deleznables y prescindibles al lado de la salvación del planeta y de la de cuantos animales y plantas lo han habitado. En países donde hasta el más diminuto caniche debe tener sus vacunas y garantías de vigilancia conviene soltar osos y lobos, nada vegetarianos, y considerar sus posibles y presumibles víctimas homo sapiens caídas en pro de una causa mayor. Convencida la sociedad, por medio de los arcángeles del dios correspondiente, de que buena parte de ella sobra, el humano intruso debe manifestar su alegría por contribuir, con sus proteínas, a la reproducción de cualquier ser que no lo sea. Cuando no pueda arriesgarse a andar por el campo sin exponerse a la garra del oso, felizmente desaparecido hace siglos de la montaña hispana, cuando sienta, antes de que le degüelle, el hálito del lobo, cansado del cordero del menú, a su espalda, siempre podrá consolarse, antes de morir, con la esperanza, gracias a la genética, de la próxima recuperación de los voraces reptiles gigantes del Jurásico.

El evangelio de los dioses malos promete un paraíso terrenal de parques temáticos de minorías agraviadas sustentadas, sin mayor mérito que su identificación gregaria, por sectores acotados al efecto y sometidos por la policía del clero del nuevo culto a las víctimas diferenciales. Con la ayuda inestimable e indispensable de la dictadura paralela online, que, en vez de integrar naturalmente en límites prácticos de utilidad general las nuevas tecnologías, se esfuerza en crear una red de absoluto control y dependencia en un grado jamás conocido y que, lejos de procurar progreso y bienestar, está eliminando hasta la más mínima posibilidad de expresión democrática, autonomía, intimidad y defensa de derechos. La desaparición del individuo y la ocupación de su espacio significan la erradicación de relaciones físicas, comunicación directa,  privacidad y autonomía, y la sustitución de muy queridos usos cotidianos  por la esclavitud entre cuatro paredes y una pantalla, mientras las élites gozan de los placeres de la vida real. Nada más grato que este panorama para el dictador y su corte, que sacarán ritualmente en procesión a los dioses malos con Futuro a la cabeza, ante cualquier asomo de protesta y reinarán sobre el rebaño ideal segregado por el Estado de Excepción, tan prolongado como sea posible, que pronto se confundirá con los usos habituales.

 

El rescate

En cualquier lugar……

Y sin embargo sobrevive

La persecución del individuo ha sufrido y sufre un ataque de inusitada, pero organizada, violencia en todos los frentes. Y es inseparable de la destrucción del fundamento mismo de cuanto ha hecho mejor, universalmente adoptada, libre, próspera y grata una forma de vivir, pensar y organizar sociedades. Hay una mezcla de depredación impune, codicia, envidia, rencor social y odio sembrada en ingentes cantidades, una degeneración, que sería caricatural si no fuera por lo letal de sus efectos, del término democracia, que no en vano emplean indefectiblemente todas las dictaduras. El sistema del que ha desaparecido el individuo en sí como centro ha sido tomado por elementos ajenos a la libertad y valores de la persona, véase etnia, lugar geográfico, sexo, color de la piel, ritos tribales, usos comunitarios religiosos, historias míticas. Exactamente lo contrario al progreso y la civilización, que han sido claramente, y con no poco esfuerzo y retrocesos, una lucha por la independencia de las cadenas externas, predeterminadas por factores ajenos a la libre voluntad, una toma de conciencia del valor de esfuerzo, trabajo y méritos propios sin los cuales no hay solidaridad ni bienestar algunos, un ascenso hacia una humanidad que sin el ejercicio del libre albedrío ya no lo es.

Alguien avanza.

Precisamente por eso, y porque el revulsivo de la pandemia ha venido a poner en evidencia en toda su crudeza la fragilidad de lo que se daba por adquirido y perdurable, es buen momento para aprovechar la oportunidad del rescate, de la forma mejor de vivir que se quiere destruir y reemplazar, de la idea del individuo con todo lo que conlleva, de las bases fundacionales de Europa que fueron y son capaces de universalizarse por la común aceptación y comprobación de su excelencia. Es tiempo de rescate en la reflexión sobre China, que no es una masa amorfa de millones de autómatas ni un alien de monstruoso tamaño y lejanía, sino seres con capacidad de diferencia, disidencia, voluntad y cambio. Tiempo de rescate y denuncia de la falsificación de la historia y del antiamericanismo de salón, de la delegación de la autonomía personal y de la conciencia de su precio. También rescate de la indispensable revolución técnica, de la tecnología adaptada, y no a la inversa, a la necesidad y deseos reales de la gente concreta. Con clara percepción de que se puede morir de seguridad y no de amor, vivir miserablemente bajo la aparente comodidad instantánea de nuevas dictaduras, perder cuanto por simple instinto se sabe que es mejor y estimable.

La confrontación con la desgracia, el desconcierto, la indefensión inicial ante la pandemia han desnudado el hermoso cuerpo de lo que por civilización se entiende, lo han hecho, por ello más vulnerable pero también más propicio a recuperación y diagnóstico, más accesible al aprecio por la conciencia de que puede perderse y de que es forzoso luchar por él. Sin temor a los falsos dioses, Rescatando así cada uno lo mejor de sí mismo.

Viva la vida. Ésta.

 

 

 

 

El arma más poderosa

Hay algo que es más poderoso que todo: Una idea, cargada de libertad, de respeto por el individuo y de amor a la vida. Es arma lenta, con pausas y retrocesos, pero su poder nada lo iguala. Es exclusiva de la especie humana, los colmillos, astas, garras y veneno del primate desnudo e indefenso. Anida quizás en un recoveco gris de su cerebro mas no es sólo cerebro. Quizás se desplaza por su médula y navega en su sangre. Corre a más velocidad que el guepardo, hiberna y se aletarga durante largos períodos. Puede hacerse invisible como el agua bajo la luz. Pero luego crece, se afirma, resplandece, y muestra esa cualidad única que es la capacidad de dar lo que no se tiene: Fuerza, esperanza, ánimo.

Ancha es Castilla.

Siempre es primero la idea, y luego se materializa en un objeto, en un plan, en actos. Inexplicables serían si no la extensión de proyectos, los descubrimientos e invenciones, los cambios de gran envergadura a  partir de pobres orígenes y aislados individuos.

Tiene su reverso, de temor, cobardía, servidumbre, que, como carroñeros al acecho, siempre esperan su oportunidad temporal. Sin embargo el arma es tan poderosa que sobrenada crisis y bajezas, prende, y ya no se extingue, erguida como una vela a imagen del hombre frente a los tanques, saboreando,  junto con el reprimido instinto de la fuga, el sabor de su propia dignidad.

Para envidia de los malos dioses.

Rosúa

05/5/18

POR TIERRAS DE SORIA

Por tierras de Soria

Abril de 2018. Un viaje altomedieval: Tierras de conquista en la raya del Duero

Mercedes ROSÚA

Atrio porticado. Románico soriano.

 

Pureza de la entrada

Soria es un clamor bajo una espesa capa de silencio. Porque el ruido va hacia el interior, dentro de sí. Y hacia atrás en el tiempo. No es recuerdo, retiro y museo sino inmersión en un larguísimo presente, el de la hoja que mira la base de su árbol y halla medios para distribuir la nueva savia. El clamor se levanta como un mar desde el oleaje de alcores, cimas lejanas, cercanos cerros testigos, se eleva de las olas de verdes, amarillos y pardos cortadas a veces -muy pocas veces- por la proa y el pecio de una aldea varada en el muelle de asentamientos desaparecidos. La quietud engaña al observador en un principio, aunque algo en él percibe rumores, velados por el movimiento escaso y por el distanciamiento de cuanto constituye la existencia cotidiana del siglo XXI. Es, sin embargo, un resonar intenso de afanes, obras, utensilios de labranza, de juramentos de fidelidad y gritos de auxilio, de armas, de crepitar de hogueras con las que durante las razias los invasores arrasaban en los pueblos lo que había quedado tras alimentar a sus ejércitos.

El buitre y su entorno

Fortaleza de Gormaz

Y es la lengua castellana que iba puliéndose, afianzándose, echando raíces que ya nunca retrocederían, que cambiaban de forma y de sustento sin perder por ello la insistencia propia de las piedras y la variable apariencia con la que sobreviven las duras plantas. Llegan a la colina, si se escucha, el relato y fragor de territorios ganados palmo a palmo, siembra a siembra, pared a pared. Y luego el rumor de lo que germina, del sosiego del paso del agua y el sabio vasallaje de los árboles a un viento que carece de adversarios y es rey.

Es el lugar en que, sin saberlo las gentes allende Pirineos, se decidió, junto con el de Hispania, su destino, el vivir o no vivir como hoy se vive en el norte de África, en el convulso Oriente Medio, en la reclusión portátil de mantos, máscaras y velos. Alrededor de San Esteban de Gormaz se extiende una almendra de tierras llanas y fértiles, cruzadas por el tesoro de los ríos y tapizadas de cereales y frutos. Las codiciadas vegas son abrigadas por el estuche de caliza de los acantilados, de sus alturas vigiladas por las almenas naturales de plataformas de roca pálida, y se corona de un rosario de fortificaciones: torres, murallas, castillos, atalayas con las que pretendieron sujetarlas para siempre a su dominio los árabes y que los cristianos tomaron hincando sus espadas definitivamente en el Duero y definiendo en el siglo X la Historia, no ya sólo de España, sino también de una Europa que no tomó parte en aquellas luchas y trabajos.

Pudo escribirse aquí el Poema de Mío Çid

Estas tierras de Soria han sido, son, como una gran llave que reposa horizontal junto al río y en su momento abrió puertas y horizontes a la coalición formada por Ramiro II de León, Fernán González, García Sánchez de Pamplona y tropas gallegas y asturianas, frente al grande y variado ejército de Abderrahmán III. El califa se había propuesto la definitiva aniquilación del reino leonés y cuanto representaba, estaba y se sentía en la cima de su esplendor y daba por ganada la yihad, la guerra santa que en aquella ocasión llamó “Campaña del Supremo Poder”. Subió hacia el norte. Arrasó a su paso. La victoria fue sin embargo de los cristianos, tras días de lucha y eclipse de sol que, según cronistas, sembró el terror en ambos bandos. La batalla de Simancas, decisiva pero mucho menos conocida que la de las Navas de Tolosa, afianza la frontera. El califa se ve obligado a huir, pero parte de su ejército acaba acorralado y despeñado en la batalla de Alhandega, la del Barranco en árabe. El fragor de gritos, enseñas y metales se esconde hoy bajo el blando sudario de grava, sedimentos, hierba y hojas que le han dado los siglos. Mientras las iglesias románicas, pequeñas, numerosas, discretas hasta mimetizarse con el entorno, salpican los campos y aparecen, de forma inesperada, en toda su maltratada hermosura, junto al pueblo o en un recodo del camino y fragmentos de sus frescos recuerdan sones de plegarias y cantos.

Una de moros y cristianos

Sol y nubes en el cielo de un azul del más puro tono que irradia luz de tal intensidad que su reverbero casi hiere, por la nitidez metálica con la que se incrustan en el aire los perfiles de las cosas. Todo es en estos lugares definido, verdadero, serio, alegre en las fiestas, de fiar, reservado, laborioso y amigo del silencio, pero también de la peña de amigos, del tambor y la dulzaina, de la charla en la solana y de la hospitalidad y el saludo al viajero. Castilla se empina entre las montañas del Sistema Central y la Cordillera Ibérica, barrida y limpia por el viento que se arremolina en las ruinas de la orgullosa fortaleza califal. Se alza ésta como un faro frente a Gormaz y domina por completo el entorno como el centro de un círculo inmenso de horizontes en el que pastan las sombras de las nubes. Bajo el tierno verde color abril de los sembrados, la claridad de las aguas de los ríos y el saludo cordial de ramas finas de la arboleda junto a los márgenes hay sin duda capas de armaduras y yelmos, de puñales, flechas, alfanjes, sables y escarcelas, e incluso se dice que en la retirada tras la batalla de Simancas y la catástrofe de Alhandega, perdió el califa omeya su maravilloso Corán y su malla, ornados de oro y piedras preciosas que quizás guardan su brillo, amortajados por hojas, menudas flores y por las raíces silenciosas de sabinas, álamos, encinas, fresnos. La tradición o la leyenda quieren que posteriormente Almanzor, el caudillo que había llegado hasta Santiago de Compostela, pasase por estas tierras malherido. A él le cupo una pérdida más modesta, el mítico tambor que sin duda no fue tal sino exigencias juglarescas de la rima con Calatañazor y su nombre. Murió en Medinaceli, agravado su mal por las noticias de una derrota.

Resistencia al tiempo

Calatañazor es ciertamente digno de todas las leyendas por el ambiente y el contraste, como si prehistoria e historia se hubieran escalonado desde las ruinas del castillo hasta el fondo del río Milanos y el cercano bosque de venerables, extrañas y durísimas sabinas. Los siglos se ascienden y descienden aquí a grandes pasos: Necrópolis de la Edad de Bronce en Tiermes, yacimiento celtíbero, ritos ancestrales como el Paso del Fuego, en San Pedro Manrique, tumbas antropomorfas, restos de calzada romana, antiguas cocinas y hornos, románico y asomo de gótico, alegrías de hoy y de siempre de tapas, vinos y mesones mientras un terrible nombre, el Valle de la Sangre, recuerda lo próximas que estuvieron la vida de la muerte en las épocas de lucha por la tierra. Más allá, en la Alta Edad Media, era como si el mar se extendiese, el páramo de la desierta y peligrosa meseta hacia el sur, el escalón siguiente que bajar, desde lo que fue frontera del Duero.

Las sabinas

Éstos son los caminos de Mío Cid, y mucho después de Isabel la Católica, que paró una y otra vez en las villas de Soria. La población ha ido coagulándose en algunas y dejado otras semidesiertas, aunque se advierte una recuperación, búsqueda de alternativas, desarrollo reciente en periferias industriales, afluencia de vacaciones y fines de semana. El cuidado es extremo. Pueblo y campos están tan limpios que parece se podría comer en cualquiera de sus suelos. Hay celo y empeño en la recuperación y cuidado de puertas, escudos, plazas medievales. Es asombrosa la densidad de monumentos, románicos que han resistido el paso de un milenio o que se han integrado luego en catedrales platerescas que resultan modernas en comparación con la antigüedad milenaria de sus predecesoras. En la iglesia de Santa María de la Asunción, del hoy ignorado pueblito de Fresno de Caracena, podría, según algún estudioso, haber escrito Per Abbat en el siglo XIII, cuando era allí párroco, la copia conservada del Cantar de Mío Cid.

El prerrománico y románico producen cierta embriaguez, la del sabor de lo sustancial. A su lado todo lo posterior parece superfluo e incluso la magnífica Silos un exceso. Las pequeñas iglesias sorianas tienen un encanto inigualable. La luz dibuja geometría en el suelo de sus pórticos y sube por las columnas, a veces trenzadas, y los arcos, se detiene en los capiteles que, grabados con auténtico mimo, cuentan historias de caballeros, clérigos, campesinos y juglares situados con cuidadosa simetría, con sus caballos, aves y animales fantásticos. No faltan el sentido del humor y los pecados y pecadillos mezclados a la vida de todos los días. Tras esta concesión a lo cotidiano, al abrigo del pórtico está la entrada a la iglesia, los arcos de medio punto adornados de humilde pero cuidada geometría. Dentro, una mínima parte de frescos supervivientes y un espacio apenas iluminado por las pupilas de pocas y estrechas ventanas.

El oso de Berlanga

Berlanga, que tuvo como primer alcalde cristiano nada menos que al Cid Campeador, fue tomada, perdida, recuperada, prosperó y se adornó con colegiata y

La palmera añorada.

palacio renacentista a los que mira desde arriba su castillo con ojo crítico de antepasado. Pero la joya del lugar, y del prerrománico, es la discreta ermita de San Baudelio, templo en verdad extraño, con frescos mozárabes (en buena parte en Nueva York y en El Prado) y estructura de santuario musulmán conmemorativo[1] e iglesia cristiana primitiva. No mezquita porque carece de alminar. Es, desde el exterior, un simple cubo, pero tapizado en su interior de frescos, con arcos de herradura y, como rasgo diferencial, una gran columna central, solitaria, policromada, en forma de palmera. La acompañan pinturas de un dromedario, bueyes, un oso, perros de caza, de forma que el conjunto sintetiza tanto los sueños de hombres del sur como los de los del norte, sin que falte la imaginería cristiana. Las figuras son tan sencillas como expresivas, con un deje oriental, adaptadas a la superficie y forma del lugar donde están trazadas, simples en tonos y perfiles, atentas al movimiento de los animales y a los gestos e los humanos. San Baudelio describe, de manera elocuente, el sentir, más allá de los ejércitos, de gentes de diverso origen más mezcladas de lo que sus generales quisieran, huidas, refugiadas, asentadas en territorios precarios, en edificios de adobe con mucho de campamento y abrigo de fortuna, necesitadas de pintar su mundo estable al menos en las paredes del modestísimo recinto.

Un dromedario hispano

Burgo de Osma y Almazán son, proporcionalmente, grandes urbes si se las compara con las aldeas apenas pobladas que salpican la inmensidad solitaria de los campos, las superficies de cereal. Sin embargo pueblos diminutos albergan, o son albergados por, iglesias románicas de pórticos exquisitos, puertas y capiteles primorosamente esculpidos, interiores con restos de policromado. La iglesia de San Pedro, o la de Santa María, en Caracena, están ahí, sobre un puñadito de casas, el puente y las ruinas del castillo. Muy distinta es la envergadura de la iglesia de San Miguel, con su muy elaborada cúpula, en pleno centro de la próspera Almazán, vecina de edificios señoriales y de retablos que se atribuyen a Hans Memling y con aires de urbe que fue regia.

La cúpula de San Miguel. Almazán.

La piedad sencilla

Bajo el suelo de Soria las corrientes han moldeado caminos subterráneos que recorren a veces muy especializados submarinistas y que tienen dimensiones y ramificaciones aún no exploradas. En superficie, la laguna de La Fuentona se conforma con reflejar las sabinas y dar sustento a un arroyo. Al norte el río Ucero ha hecho su labor en los farallones de caliza y ha tallado el Cañón del Río Lobos, con el misterio de su ermita templaría de San Bartolomé hundida en una profunda cicatriz de la roja tierra, vecina de la Cueva Grande que parece abrigarla en el óvalo de la entrada y cubierta desde las alturas por las alas de los buitres. Las amplias y soleadas llanuras contrastan con pinares espesos y zonas sombrías, aisladas, en las que, a la vera de Castillejo, pudo tener lugar la afrenta a las hijas del Cid en el Robledo de Corpes, lo que, junto con las muchas cuevas, los ríos subterráneos y las leyendas de templarios, encantamientos y brujas, otorga a Soria la dimensión irreal de la magia y el mito.

Lo esencial

Sur, centro y norte de la provincia todo es pulcro y puro, lavado de la sangre antigua y de las miasmas de la más baja lucha política que se arremansan hoy en las urbes del lejano centro y de las pretenciosas costas. Quizás, en parte, por eso se va a Soria, buscando su contraste con lo que se deja, y tal vez por ello se percibe allí, poco a poco, el ruido de oleaje que se eleva y penetra hacia el propio interior. Es el eco de la libertad y del riesgo, de cierta nobleza que tenía precios a los que la blandura actual de la rendición preventiva y la sumisión por parcelas ha desacostumbrado al visitante, ecos de voces de quienes no querían ni presumían de ser víctimas de nadie. Soria es el país del individuo, donde aún se encuentran los dos grandes lujos de nuestro tiempo: el espacio y el silencio, la gema del silencio machacada por cuantos creen tener el derecho de ensuciar el aire con sus ruidos e imponer la banalidad y el estrépito.

Horizonte

Los individuos perduran, de uno a otro. Éste no es lugar de vacío, soledad y muertos. Hay adaptaciones, cambios, propuestas, técnicas que se revitalizan y extienden a casas de otro continente igualmente construidas de barro y paja, niños que vienen a descubrir de dónde procede lo que comen y lo que los viste, buenas carreteras,

La devoción más dulce

maquinaria, exportación de productos deliciosos y frescos, desde la carne hasta la rara y recatada trufa. Existe una nueva trashumancia, la de los muchos que ya han adoptado el desplazarse cada día a las villas donde se concentran puestos de trabajo y desarrollo y regresar luego a casa. El grande, inmenso horizonte aguza la querencia del hogar al que volver. A la alegría del lechazo, el calor y el vino. Como también en el románico -está grabado en piedra- se gozaba y se reía.

M. Rosúa

 

[1] Hay en el mundo musulmán pequeños edificios de este tipo llamados “marabú” por metonimia del apelativo de hombre santo cuyos restos allí se veneran y pueden ser centro de peregrinación.

04/21/18

Capítulos y Artículos

De la Transición a la Indefensión. Y Viceversa tiene un desarrollo lineal -que se quiere esperanzado- pero admite lectura por capítulos, que funcionan como artículos

Y ahora, ¿qué va a ser de nosotros sin bárbaros?

Esas gentes eran, al fin y al cabo, una solución.

 P. Cavafis: “Esperando a los bárbaros”

Transiciones

Capítulos del libro De la Transición a la Indefensión. Y Viceversa.https://www.elrincondecasandra.es/capitulos-y-articulos/

Dualidad Bueno y Malo malísimo (Bulgaria, fresco).Dualidad Bueno y Malo malísimo (Bulgaria, fresco).

 

A la transición pacífica, desde un régimen dictatorial a otro realmente parlamentario elegido con todas las reglas del sufragio universal y las normas electorales, sucedió rápidamente en España la generación y mantenimiento de una estructura oportunista, incrustada en la deseable y genuina, de carácter esencialmente parásito, autolegitimada por la mitificación como el Mal absoluto del régimen anterior y sostenida por (cap. 1 de “De la Transición a la Indefensión. Y viceversa”CONTINUE READING 

03/15/17

Cómo Fabricar Transiciones

Cómo fabricar transiciones:

Paga tribus y tendrás muchas

 

La República Española. Museo de Melilla.

La República Española. Museo de Melilla.

En la España de las postrimerías del franquismo, en los años setenta y principios de los ochenta, hubo un primer proceso admirable por su pacifismo. Pero a la Transición A, la genuina, basada en valores tan positivos como el general deseo de concordia y la búsqueda del bien común ciudadano enmarcado en instituciones estables, libres, democráticas y similares a las de los países desarrollados europeos, siguió con lamentable rapidez la Transición B, que se desarrolló a partir y en el cuerpo mismo de la anterior, aunque con miras opuestas. Se sustenta en la elaboración y capitalización del antifranquismo como mito legitimador, y esto a todos los niveles, (cap. 2 de “De la Transición a la Indefensión. Y viceversa”)CONTINUE READING 

03/15/17

La Estupidez Sin Esfuerzo

La estupidez sin esfuerzo

 

Al asalto del empleo público. (Mayo de 2011. Acampada de Indignados en Madrid)

De la categoría a la anécdota: La ignorancia, vagancia y desánimo plañidero es la generosa cosecha de una vasta y pertinaz siembra, el fruto del filtro a contrario favoreciendo la mediocridad por decreto y la generalizaciónde la ingeniería social basada en el victimismo, extraordinariamente rentable en tramos electorales de corto plazo y gran control de los canales comunicativos. Por ejemplo: No existe una maquiavélica conjura para lograr que los estudiantes nada sepan, que (cap. 3 de “De la Transición a la Indefensión. Y viceversa”)CONTINUE READING 

03/15/17

La Enseñanza Como Botín

La Enseñanza como botín

 

Leonardo II

¿Para qué Leonardo? (Leonardo Da Vinci. Fragmento de “La Virgen de las Rocas”)

Pocos atracos pueden compararse a la apropiación, como botín, del entero sistema de Enseñanza. Merece el honor de clasificarse entre los robos más grandes jamás contados. Prueba de ello es la virulencia con la que se defiende, por sus ocupantes, el dominio del coto. Se trata, además, de un robo al que difumina la aparente inocuidad del sujeto. La Educación es un tópico (cap. 4 de “De la Transición a la Indefensión. Y viceversa”)CONTINUE READING 

03/15/17

Educación Para La Indefensión

Educación para  la indefensión

 

En un lugar donde se aprenda…

 

Se trata del pensamiento, el saber, el sabor inconfundible de la excelencia que puede alcanzar lo humano. Los territorios de altura alguna vez, pese a todo, avistados son eliminados prestamente por la amnesia inducida cuando no por la denigración en nombre del igualitarismo. Están vetados la energía y el tiempo que debieron dedicarse a la reflexión, a la conciencia de la dificultad y el esplendor del razonamiento y de lo abstracto, a la imprescindible humildad del reconocimiento en otros de la grandeza que es el único camino para desarrollar la propia. Se les ha robado la riqueza y autonomía que dan lo aprendido,CONTINUE READING 

03/15/17

Salir De La Cárcel

Salir de la cárcel (para salir de la cárcel hay que verla primero)

 

El cuarto oscuro.

La cárcel, en la que aún se vive, ha durado demasiado tiempo. Ya, como el exoesqueleto de los artrópodos, no resulta cómoda y oprime por todos sitios al cuerpo social. Además comienza a escasear el rancho. Las premisas que, como las dos grandes puertas del Juicio Final, marcaban camino y categoría a justos y a réprobos, simplemente no eran ciertas, nunca lo fueron. Pero de ellas se amamantaron ideólogos y activistas, (cap. 6 de “De la Transición a la Indefensión. Y viceversa”)CONTINUE READING 

03/15/17

Totalitarismo Light

Totalitarismo light

Preparando una Autonomía.

 Democracia e Igualdad: conceptos cargados en principio de dignidad e intenciones nobles no sólo se han vaciado, sino que se utilizan favoreciendo a sus contrarios, y transformándolos así en armas peligrosas para los principios que nominalmente defienden. Las más añejas tiranías, los asesinos legales más longevos, los sistemas a los que no les caben los muertos en ningún armario, las más letales dictaduras se han bautizado a sí mismos y cara al mundo comoDemocracias Populares, (cap. 7 de “De la transición a la Indefensión. Y viceversa”) Repúblicas Democráticas y Líderes del Pueblo.

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03/15/17

El Nuevo Arte De La Guerra

El nuevo Arte de la Guerra

En espera de demolición según la memoria histórica.

 No se trata de la obra clásica de Sun-Tzu, que analizó en la China del siglo IV a. C. todos  los factores de la estrategia bélica con la sabia finalidad de vencer sin luchar, pero existe hoy un nuevo Arte de la Guerra que tiene con el antiguo dos puntos en común: la utilización del miedo y la difusión de una moral dominante que permita someter sin dar batalla. Se trata simplemente del aprovechamiento de la guerra, (cap. 8 de “De la Transición a la Indefensión. Y viceversa”)CONTINUE READING 

03/15/17

Del Latín Al Bable

Del latín al bable

Reparto de riquezas-Tapiz flamenco, Toledo.

Reparto de riquezas (tapiz flamenco, Toledo).

 

 

Nunca había sido tan rentable como en el siglo XX, y particularmente en España, declararse nacionalista, poner en pie todo un vasto edificio burocrático, enviar propaganda y propagandistas por el ancho mundo, nutrirse, como en el caldero mágico de Asterix, del cocimiento inagotable de los ancestrales agravios,  (cap. 9 de “De la Transición a la Indefensión. Y viceversa”)CONTINUE READING 

03/15/17

La Era De La Marmota

La Era de la Marmota

¡Otra vez no!

 El absurdo, elevado a categoría y por ello difícilmente atacable, impregna las expresiones culturales de la vida española con una violencia coercitiva que condena al ostracismo a los escasos disidentes. No de otra forma se explica la inacabable y fiel repetición de los mismos tópicos especialmente visible en (cap. 10 de “De la Transición a la Indefensión. Y viceversa”)

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03/15/17

Historia De Dos Postguerras

Historia de dos postguerras 

Berlín: El Muro.

Berlín: El Muro.

 

La maldición, aparentemente ancestral e inexplicable, que condena a España entre los países a ser aquél al que, como el del Ulises de Cavafis, es mejor llegar lo más tarde posible (o quizás no llegar), aquél del que incluso hay que renegar y rechazar cualquiera de los normales símbolos que utilizan sin complejos todas las naciones no es tópico inasequible al análisis. Sobre todo no si se van anotando sucesivos beneficiarios y circunstancias. cap. 11 de “De la Transición a la Indefensión. Y viceversa”)CONTINUE READING 

03/15/17

Sabiduría Oriental O Cómo Acabar Con Las Corrupciones

Sabiduría oriental o cómo acabar con las corrupciones

El oro al peso (aeropuerto de Dubai).

El oro al peso (aeropuerto de Dubai).

 

Cuando la corrupción es institucional, legal y sistemática para mantener el estado de cosas  se impone una liturgia periódica de denuncia virtuosa. Hay que esconder, tras una fanfarria de hechos puntuales centrados en el delito personal, la colosal ruina del empleo estúpido, interesado y estéril del erario público, la financiación de obras pretenciosas y prescindibles, la permanencia del timo legal, la multiplicación de minigobiernos, cortes y satrapías. (cap. 12 de “De la Transición a la Indefensión. Y viceversa”)CONTINUE READING 

03/15/17

Del Romanticismo Y Sus Estragos. España Parque Temático

Del Romanticismo y sus estragos:

España parque temático.

Ahogar las penas.

 Paralela a la España a secas, al país en el que se ha hecho todo lo posible para eliminarlo como tal de la percepción, del uso mismo de su nombre y de sus símbolos y tradiciones, existe la España B, construida según guión y a efectos de uso. Para su difusión en el extranjero se han gastado sumas ingentes y no se ha reparado en esfuerzos. Naturalmente se obtienen, y esperan conseguir una parte y otra allende y aquende, dividendos considerables. Es la marca B export,  (cap. 13 de “De la Transición a la Indefensión. Y viceversa”)

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03/15/17

La Catarsis De La Tomatina

La catarsis de la tomatina

.

El disidente Wang Weilin, sin duda muy malo, se opone a los tanques del P. Comunista Chino. Pekín 1989.

 Que se haya erigido en icono español de renombre mundial la lucha de todos contra todos a base de tomates no deja de ser adecuada metáfora del país. Aquí moros y cristianos, toreros y miuras son reemplazados por el sanguíneo producto hortícola que encuentra así una muerte más honrosa que acabar en una lata, (cap. 14 de “De la Transición a la Indefensión. Y viceversa”)

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03/15/17

Variantes Del “Cui Prodest?”

Variantes del Cui prodest?

Niños judíos a los que la tribu de diferencial superior consideró de baja calidad. Museo del Holocausto, Washington.

 El romanticismo resiste mal la prueba del Cui prodest?, que consiste en observar prosaicamente el por qué, a quién y en qué han beneficiado las iniciativas que se creían fruto de impulsos idealistas más o menos loables y generosos aunque con frecuencia fallidos. No hay tales nobleza de miras ni inocencia; ni siquiera (cap. 15 de “De la Transición a la Indefensión. Y viceversa”)CONTINUE READING 

03/15/17

El Filtro Inverso

El filtro inverso

 

El nuevo canon. Univ. Complutense de Madrid.

La realidad es bastante menos romántica que sus versiones bipolares al estilo del cómic. Desde muy pronto la Transición, indefinida y abierta por sus propias definición y naturaleza, comenzó a generar cultivadores, defensores y gestores de lo más bajo en formas de ser y de actuar de individuos y de sociedad, en una imposición de la fealdad, la inanidad profesional y formativa y la banalidad, ignorancia y grosería como normas; una especie de clubes de orgullos agresivos, marginales y gratuitosCONTINUE READING 

03/15/17

De Transiciones Y De Muñecas Rusas

De transiciones y de muñecas rusas

 

Sonrisas por doquier

Aunque el conflicto español entre la realidad y el deseo subvencionado (parafraseemos al poeta) es de peculiar gravedad no es único. Europa y por extensión el área de forma de vida con tradición occidental viven una sucesión de transiciones que encierran las unas a las otras como muñecas rusas. La ignorancia histórica de un pasado bastante reciente y que no debería ser olvidado junto con el halago popular en periodos gubernamentales de cuatro años ha impuesto la gratificación inmediata y la exigencia del (cap. 17 de “De la Transición a la Indefensión. Y viceversa”)CONTINUE READING 

03/15/17

Del Esperpento A La Tragedia

Del esperpento a la tragedia

El totalitarismo parcelario de España es el del esperpento. Véanse proclamas entusiastas cuya incongruencia es de una estupidez tal que es difícil creer que se hayan pronunciado en serio: Alianza de Civilizaciones, según la cual tanto

Valle-Inclán con bufanda roja (la que está cayendo).

valdría la lapidación pública como el hábeas corpus, Prefiero morir a matar en boca de un Ministro de Defensa que, por supuesto, está cobrando por serlo, Oficina de Ideología de Género conveniente y lujosamente instalada en la ONU, Ministerio de Igualdad en el frontispicio de un edificio público (que no en una página de Orwell). Pero el volumen mismo de la estulticia oculta el del dinero que esto permite atesorar a los rentistas del invento. Nada hay de inocente, (cap. 18 de “De la Transición a la Indefensión. Y viceversa”)CONTINUE READING 

03/15/17

El Monumento Al Olvido-11 M

El Monumento al Olvido-11 M.

Monumento al 11 M (al Olvido).

 Quien salga de la Estación de Atocha, en pleno centro de Madrid, tal vez repare, aunque es poco probable, en que en la plazoleta se alza un cilindro de poca altura. No pasará junto a él porque está fuera del acceso de los peatones y del tránsito habitual. Se alza sobre un reborde de hormigón mordido por el tráfico y su fealdad de superficie envejecida contrasta con sus vecinos, la hermosa planta de la antigua estación remodelada y el airoso frente del que fue Ministerio de Agricultura. Podría ser el respiradero de alguna obra subterránea, el acceso a un parking o la gran funda en plástico de burbujas (cap. 19 de “De la Transición a la Indefensión. Y viceversa”)

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03/15/17

Galería

Galería

El Parlamento Español: Una galería más.

El Parlamento Español: Galería.

En el Parlamento español, Las Cortes, faltan retratos. De las salas cuelgan los de cada presidente y ministro, pero frente por frente, en la pared opuesta, podrían alinearse otros; aunque, por el desprecio cosechado, tal vez hallarían mejor hueco en el dibujo de la alfombra. Sobrenada en el imaginario, por su insignificancia, el de un señor pequeño y nada joven. Va vestido con aseo, peinado hacia atrás el escaso pelo gris sin implantes. Lleva con esfuerzo una bandera española. Hay poca gente en la plaza madrileña, es una de tantas manifestaciones de víctimas del terrorismo. El señor está solo, y digno, (cap. 20 de “De la Transición a la Indefensión. Y viceversa”)CONTINUE READING 

03/15/17

El Ciudadano De Piranesi

El ciudadano de Piranesi

G. B. Piranesi: Cárcel Oscura.

 

La sensación de omnipotencia discurre, actualmente, paralela al peculiar, difuso, continuo sabor a indefensión profunda. Tal cosa parece, en principio, imposible por lo contradictorio: No lo es. Ambas corrientes coexisten. Todo puede saberse, mucho está al alcance de la mano, más todavía espera, en cuestión sólo de tiempo, ser clasificado y puesto en su casillero. Cada día es el final de la Historia, universal y propia, incluso la del recorrido mental por un cosmos cartografiado (cap. 21 de “De la Transición a la Indefensión. Y viceversa”)CONTINUE READING 

03/15/17

La Postmodernidad Universal

La postmodernidad universal

Armenia mira al monte Ararat, que ya no es suyo, como las guerras perdidas (monasterio y monte Ararat. Armenia).

 Al menos el pequeño ciudadano no está solo. Nunca se encontró más acompañado y su angustia vital correspondería a l’embarras du choix, como dirían los franceses, a la dificultad de elegir entre las múltiples ofertas para emplear el ocio, los cientos de amigos virtuales, los senderos que se ramifican ante él a cada paso ofreciéndole algo, y alguien, mejor que lo que tiene. La disponibilidad infinita de un medio que se abre ante él como la barra libre en un inmenso supermercado choca frontalmente con (cap. 22 de “De la Transición a la Indefensión. Y viceversa”)

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03/15/17

Hay Vida Ahí Fuera

Hay vida ahí fuera

Luna y Júpiter. De los tiempos en que el cielo era pequeño.

 En un vertiginoso descenso tierra a tierra, se descubre que la  indefensión y sus variantes, el Clan Parásito, el Gran Hermano Dual, el Chantaje Zurdo, en el que se atribuye el monopolio metafísico del Bien a un ente llamado Izquierda, la especial negatividad centrífuga que, como una maldición genética, parece cebarse con España no son sino fenómenos coyunturales y perecederos cuya dimensión agiganta la ausencia de competidores explícitos, la reiteración de los tópicos y el aparente fatalismo del pensamiento fácil. Las técnicas para su erradicación son simples. (cap. 23 de “De la Transición a la Indefensión. Y viceversa”)

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03/15/17

Liberación

Liberación

Más que una calle. Cádiz.

 La pobreza del discurso es inseparable de la pobreza política, intelectual y social. Es inimaginable un Winston Churchill que se moviera con las muletas izquierdas/derechas. Si se hiciera pagar prenda en tertulias, televisiones, radios, aulas, editoriales y redacciones de periódico cada vez que se utilizan las palabrasderecha, izquierda, progresista reaccionario sin explicar a qué actos corresponden se habría dado un primer paso para la necesaria eliminación del gran tirano anónimo (cap. 24 de “De la Transición a la Indefensión. Y viceversa”)

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03/15/17

Yihadismo Y Nueva Dualidad

Yihadismo y nueva dualidad

Cines y plegarias Emiratos Árabes Unidos.

El terrorismo islámico llega para ser coronado como Rey antisistema, la antítesis vengadora de Estados Unidos, adornado de la fascinante y simple pureza del guerrero que sólo aspira a matar y a destruir la organización existente, que ofrece la seguridad de un credo de sumisión absoluta, la embriaguez de esa forma suprema de placer que es el poder de infligir terror y sufrimiento. Ocupa el hueco de iconos ya ajados de las esferas comunista, anarquista y neonazi. (cap. 25 de “De la Transición a la Indefensión. Y viceversa”).CONTINUE READING 

03/15/17

El Mundo “Árabe” Y Su Indefensión. Yihadistas Honorarios

El mundo “árabe” y su indefensión.

Yihadistas honorarios.

Necesidad de prohibir.

La mayor parte de los europeos ignoran que, lejos de hundir sus raíces en la noche de los tiempos, los usos medievales, primitivos, crueles y discriminatorios del área de mayoría musulmana estaban, hace medio siglo, en franco proceso de modernización y mejora, que en los países mal llamados por extensión árabes se estaba tejiendo una clase media deseosa de derechos semejantes a los de sus vecinos del norte, defensora de la separación Estado/Clero, de la igualdad educativa y el abandono de los velos. Por cada asesinado por el terrorismo islámico en suelo europeo ha habido diez, cien, mil en mercados, cementerios y lugares públicos de Oriente Medio. (cap. 26 de “De la Transición a la Indefensión. Y viceversa”).CONTINUE READING 

03/15/17

En Busca Del Individuo Perdido

En busca del individuo perdido

Pobres chicas malas. Fresco. Bulgaria.

La irracionalidad confortable está bien provista de armas no por toscas menos eficaces. Con profusión, por su carácter de bandera gregaria ajena al análisis concreto se airean regularmente los banderines de enganche de palabras-icono del tipo de paz, guerra, aborto, género (en el sentido sexual). Su finalidad, ajena por completo al examen específico de problemáticas y  a la toma beneficiosa y correcta de decisiones, no tiene más fin que precipitar en el líquido social elementos que se precisa, para manejarlos, que sean contrarios, antagónicos y empapados de la adrenalina adecuada a la exhibición de apoyo. (cap 27 de “De la Transición a la indefensión”).CONTINUE READING 

03/15/17

Rescate

Rescate

La civilización existe: Estatua romana y rosa.

 

El edificio dual tiene como preludio la Revolución Francesa, pero empieza probablemente con la difusión de los conceptos de Lucha de Clases y Sentido de la Historia. Entrados en esta dinámica, aparentemente dialéctica pero bipolar de hecho, los ideales de igualdad ciudadana se difuminan; persona, análisis concretos, civilización como resultado acumulativo de logros que generan un mejor vivir pasan a muy segundo plano, son cubiertos por el manto homogéneo de la necesaria pertenencia a uno de dos bloques antagónicos. (cap. 28 de “De la Transición a la Indefensión. Y viceversa”).CONTINUE READING 

03/15/17

Tiempo De Ideas

Tiempo de Ideas

Muchas más que dos.

Se buscan luces.

Es tiempo de ideas versus tiempo de tribus. La red ratonil es aún voraz pero también caduca. Antes de la plaga de las clientelas de la utopía, las utopías existieron. Como indicara Leonardo, cuanto se distingue y no pertenece a la Naturaleza ha sido primero una idea en una mente, para ir materializándose luego en lo que forma, con sus luces y sus sombras, cultura y civilización. Todo fue creación en alguien, (cap. 29 de “De la Transición a la indefensión. Y viceversa”).CONTINUE READING 

03/15/17

Tiempo De Precios

Tiempo de precios

El dinero de los muertos (Taiwán).

Por supuesto que las utopías valen la pena, pero no las pagadas con la piel de otros. Las actuales piden implicación personal mucho más que llanto y mito y su ejercicio incluye un incómodo peaje en el recorte de parcelas de comodidad y no poca modestia en la aceptación de las mejoras obra de otros, sean quienes fueren, y la constatación de que lo mejor es enemigo de lo bueno. La costumbre de pagar, o al menos reconocer, el precio de cuanto bien se desea o se disfruta está tan oculta por ofertas electoreras de felicidad todo a cien, por el interesado dogma de la gratuidad extendido por las clientelas utópicas y por la doctrina, incrustada en la opinión, de la eterna deuda injusta que el rescate del principio de realidad no es tarea fácil. Se ha extendido el consumo de una peligrosa droga: (cap. 30 de “De la Transición a la indefensión. Y viceversa”).CONTINUE READING 

03/15/17

Transición Final De Trayecto

Transición final de trayecto

Paul Delvaux y la especial soledad de las estaciones.

Adiós, Transición, adiós. Fue hermoso mientras duró quizás por el empeño en creer que lo era. Es posible que a la inocencia y afán de ese empeño se debe el paso franco ofrecido pronto a la vileza. Tuvo el atractivo de la juventud, del principio de algo que es un simple umbral, una promesa no avalada por los actos, asentada en la negación infantil de lo existente, en los ritos de afirmación de guerrilla urbana, de valientes desafíos que no habían existido. Y en España su parte más noble de solidaridad e ilusiones fue rápidamente secuestrada por los que pretendían, y lograron, hacer de ella su durable y provechosa parcela. (cap. 31 “De la Transición a la indefensión. Y viceversa”).CONTINUE READING 

03/15/17

Un Mundo De Transiciones

Un mundo de transiciones

 

Jinete mongol poniéndose al día.

España no es ciertamente la única embarcada en cambios perceptibles de etapa, ni tiene el copy right del producto Transición. Aquello a lo que ella se enfrenta con la sensación inconfundible de paso a otra época sucede también en diversas medidas en el área occidental a la que pertenece, mientras que en el resto del mundo cada cual intenta resolver a su vez contradicciones que recuerdan a los dolores de crecimiento de los adolescentes. Tal vez se trata del fin de la infancia del que hablaba Arthur C. Clarke, del paso de la omnipotencia infantil al sano, y a la larga mucho más gratificante, principio de realidad. (cap. 32 de “De la Transición a la Indefensión”).CONTINUE READING 

04/1/17

LA EDAD DE LA RAZÓN

LA EDAD DE LA RAZÓN

 Mercedes Rosúa

 La literatura de ciencia-ficción nos habla de nuestra época como del final de la infancia. “Semejante es el linaje de los hombres al de las hojas”, dice Homero. Pero esas hojas se depositan en forma de finas láminas de memoria atesorada, de forma que cada ser humano que nace se alza sobre las capas de cuanto antes que él acumularon todos los demás. Quizá por eso podemos hablar de desarrollo como especie, de cierto parto que nos lleva a dejar atrás las sangres y llanos de las guerras para alcanzar, en un lento camino de milenios, las colinas de la madurez. También hay libertad y, porque la hay, hay retrocesos, regresiones de individuos y de grupos, zambullidas multitudinarias en la barbarie, opciones masivas por la fácil pendiente de la sumisión, engaños placenteros, rapiña impune, dioses creados para evitar la fría soledad de las responsabilidades personales. La democracia está, como nosotros, en su etapa adolescente, Continue reading

04/1/17

De la Persona a la Tribu

DE LA PERSONA A LA TRIBU

2008-M. Rosúa

Publicado en “Foro de Educación” nº 10, ejemplar dedicado a la Transición Española (1975-1982). Salamanca. Ed. J: Luis Hernández Huerta. 2010

La inteligencia es uno de los dones más elevados de la naturaleza humana y el objeto de la inteligencia es el conocimiento. Por tanto, la búsqueda de la verdad es una de las actividades más nobles que puede realizar el hombre y que más pueden colmar sus aspiraciones. Esto se aplica no sólo al conocimiento de la realidad física sino a cualquier tipo de conocimiento.

(José María Benlloch, físico. Entrevista a El Cultural de El Mundo, 19-6-2008)

Estupendo panorama

Estupendo panorama

De la persona a la tribu: El camino debería ser el inverso, el que ha ido logrando mayores conocimientos, desarrollo y albedrío en los individuos, más allá y muy por encima de los límites de su entorno y condiciones inmediatas, pero aquí y ahora la Educación se ha dirigido en sentido contrario, con un ritmo acelerado que pretende confinarla en los rediles de que se sirve, para ordeñar sus beneficios, la red parásita que es, exactamente, el peor y más íntimo enemigo de las democracias. Continue reading

04/1/17

Tribu 2, Individuo 1

TRIBU 2, INDIVIDUO 1

2008-M. Rosúa

Nada ha habido sorprendente en el resultado de las elecciones vascas de 2001, pero sí lo es el estupor dolido de gran parte de los españoles.

La tribu, y la tienda, son mías

La tribu, y la tienda, son mías

Se trata sin embargo de un ejemplo extremadamente útil, por lo didáctico, del fruto de la fabricación, difusión y mantenimiento, por vías culturales y educativas, de mitos altamente rentables, y constituye un ejemplo modélico de algunas obviedades silenciadas: Las mayorías, las decisiones llamadas, con cierta sagrada unción, democráticas, no poseen por naturaleza la menor legitimidad moral y son simples instrumentos de gobierno que, hasta ahora, parecen los menos malos posibles. En segundo lugar se plasma en los resultados electorales y la situación de este pequeño reducto del extremo noroeste de Europa una exacerbación de la ofensiva contra los derechos individuales y el individuo que, bajo diversos apelativos y estrategias (exaltación del gregarismo, Continue reading

04/1/17

PENSAR

PENSAR

2008-M. Rosúa

Aquella soñada República (que no lo fue)-Museo de Melilla

Nada hay más determinante en las sociedades que la materia humana que las conforma, y ésta es la suma de los actos de individuos dotados de albedrío y de un caudal heredado, adquirido y variable de conocimientos, hábitos, cambios, opciones y pensamiento. El factor humano se impone y sobrepone a entorno y circunstancias, supera adversidades y catástrofes o retrocede hacia los fondos más sombríos del fanatismo y la tribu, hace de países cubiertos de bosques, volcanes o hielo comunidades prósperas y sume en la pobreza y la regresión a otros que optaron por la demagogia, la irracionalidad, la corrupción y el estancamiento, destruye con medios artesanales el corazón de una ciudad y construye las bases de estados que permiten la libertad y generan progreso. Con el ya para siempre inolvidable telón de fondo de una negrura, un dolor y unas ruinas que marcan, desde el 11 de septiembre de 2001, el cambio de época, cabe preguntarse de qué bagaje se ha provisto a la generación española que entra, con ella, en su comienzo. Continue reading

04/1/17

La España de Oriana Fallaci

LA ESPAÑA DE ORIANA FALLACI

2007-M. Rosúa

(Este artículo apareció en Foro de Educación, nº 9. Ed. J. L. Hernández Huerta. Salamanca. 2007)

La libertad, siempre.

La libertad, siempre.

La cronología ha dispuesto que los últimos libros de Oriana Fallaci, escritos en un especial estado de pasión, indignación, voluntad de raciocinio y grito de alarma ante el pasivo entreguismo de Europa, hayan coincidido con un periodo crítico para la historia de España, centrado en 2004 pero enmarcado en un contexto geopolítico intensamente determinado por el atentado del 11 S y desarrollado en un inacabado rosario de desastrosos epílogos. Continue reading

04/1/17

La huida en Egipto (Obama en El Cairo. 2009)

LA HUIDA EN EGIPTO

Discurso de Obama en El Cairo. 2009

M. Rosúa

 

Plañideras. Egipto Antiguo. Europa, USA y afines pueden acabar así.

Plañideras. Egipto Antiguo. Europa, USA y afines pueden acabar así.

Es la hora de Europa, por la  cuenta que la tiene, porque, de  no defender ella la sociedad de i  individuos libres con iguales  derechos, ya no va a tener a  Estados Unidos que la respalde.  Éste se vuelve claramente hacia  sus intereses directos a corto plazo y al Pacífico. Va a pactar con jeques de tribus y sacrificar Continue reading

04/1/17

Americans, come home?

M. Rosúa

(Continuación a La huida en Egipto sobre el discurso de Obama en El Cairo en junio de 2009; tres meses después)

Cadáveres bajo el carro del vencedor. Egipto Antiguo (y actualidad previsible)

Cadáveres bajo el carro del vencedor. Egipto Antiguo (y actualidad previsible)

   Entre junio pasado y el    discurso de Obama en El Cairo y  el anuncio de retirada de una  parte del escudo protector  europeo (aplausos de la siempre  traicionada Polonia y  vecindario) se extienden menos  de tres meses. La exhibición de  amenazas y chantaje nuclear de  Corea del Norte y de Irán ha sido casi simultánea a las primeras muestras de cambio de estrategia de Washington. Continue reading

04/1/17

EL RAPTO DE EUROPA

Desde las antípodas. Australia.

Desde las antípodas. Australia.

EL RAPTO DE EUROPA

Europa y más allá

¿Qué es España vista desde el otro lado del mundo? En un ejercicio de contorsionismo global, se distinguen, a la inversa, los perfiles de un polígono –tumbado en el Atlántico y con el Mediterráneo a sus pies- que sella al oeste Europa, se llama en su conjunto Iberia, aparece como embarcadero hacia América y es puente, con frecuencia involuntario, respecto a África.

En Australia, Continue reading

04/1/17

LOS ESTADOS COMBATIENTES Y LAS GUERRAS DE PRIMAVERA Y OTOÑO

Los Estados Combatientes y las Guerras de Primavera y Otoño

España. Europa. Y más allá.

Junio de 2012

Revolución Cultural. China, años 60. Papel recortado con motivo maoísta.

Parece que fue ayer. Hace entre    dos mil novecientos y dos mil    doscientos años se vivía en China  un período (de siete siglos que hoy  dan impresión de brevedad porque  las eras ya no son lo que eran) que  se llamó de Primavera y Otoño y  de los Estados Combatientes.  Reinaba la dinastía Chou, primero  del Oeste y luego del Este, y fue  una curiosa época de crecimiento económico, prosperidad, incertidumbre y guerras interminables  Para el gran público, sólo ha sobrenadado al tiempo, las luchas y los príncipes el nombre de alguien que se definió como maestro: Confucio.

Comienzo del tercer milenio. Ahí están Europa otoñal, incapaz de digerir sus esperanzas y logros, enzarzada en taifas, Continue reading

03/15/17

Historia de dos postguerras

Historia de dos postguerras 

Berlín: El Muro.

Berlín: El Muro.

 

La maldición, aparentemente ancestral e inexplicable, que condena a España entre los países a ser aquél al que, como el del Ulises de Cavafis, es mejor llegar lo más tarde posible (o quizás no llegar), aquél del que incluso hay que renegar y rechazar cualquiera de los normales símbolos que utilizan sin complejos todas las naciones no es tópico inasequible al análisis. Sobre todo no si se van anotando sucesivos beneficiarios y circunstancias. cap. 11 de «De la Transición a la Indefensión. Y viceversa») Continue reading

03/15/17

Un mundo de transiciones

Un mundo de transiciones

 

Jinete mongol poniéndose al día.

España no es ciertamente la única embarcada en cambios perceptibles de etapa, ni tiene el copy right del producto Transición. Aquello a lo que ella se enfrenta con la sensación inconfundible de paso a otra época sucede también en diversas medidas en el área occidental a la que pertenece, mientras que en el resto del mundo cada cual intenta resolver a su vez contradicciones que recuerdan a los dolores de crecimiento de los adolescentes. Tal vez se trata del fin de la infancia del que hablaba Arthur C. Clarke, del paso de la omnipotencia infantil al sano, y a la larga mucho más gratificante, principio de realidad. (cap. 32 de «De la Transición a la Indefensión»). Continue reading