NO AMAMOS AL GRAN HERMANO
NO AMAMOS AL GRAN HERMANO
2011-M. Rosúa
Estáis esperando que toda la población, menos los irreductibles que se escupen al lado como el hueso de la fruta, se sume a la conmovida gratitud, al irreprimible espasmo sentimental que produce ver llorar a los dirigentes a lágrima viva porque han logrado acabar con un grupo terrorista, porque han devuelto la libertad, la felicidad y la completa democracia a todo el país. Ésa es la calificación con la que presentáis vuestra hazaña, envuelta en ramos de flores, brindis, vítores y promesas nada menos que del premio Nobel de la paz.
Debajo de la p, de la a y de la z, y de cada una de vuestras sonrisas y lágrimas (“Retenedme, que rompo en sollozos”, “Mirad, sin perder detalle, hasta qué punto estoy emocionadísimo”) hay, exactamente, el fenomenal pago de un soborno, Continue reading